Hoy: 23 de noviembre de 2024
Un equipo de investigadores de Corea del Sur diseña una nueva cámara que emula la visión nocturna de los gatos, marcando un avance significativo en la tecnología de captura de fotos en condiciones de poca luz. Este innovador dispositivo promete revolucionar campos como la vigilancia nocturna, la fotografía de naturaleza y la exploración espacial.
El dispositivo, descrito en la publicación Science Advances, emula dos estructuras presentes en los ojos de los gatos: las pupilas verticales y el tapetum lucidum (tapeta lúcida), una capa de tejido similar a un espejo situada detrás de la retina que amplifica la luz.
Las pupilas verticales permiten a los gatos regular los niveles de luz tanto en entornos bien iluminados como en sombras, creando un fondo borroso vertical que filtra el ruido visual de fondo.
Por su parte, el tapetum lucidum otorga a los gatos (y a otros vertebrados) sus característicos ojos brillantes al reflejar la luz que incide en la retina, mejorando la sensibilidad a la luz.
“Debido a la expansión y contracción únicas de su iris, los felinos pueden identificar claramente un objetivo camuflado sin importar las condiciones de luz, lo que los distingue de otros mamíferos”, explica Min Su Kim, uno de los autores e investigador del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Seúl.
Estas estructuras biológicas inspiraron a los científicos surcoreanos a desarrollar una “pupila vertical artificial”, es decir, una cámara equipada con una abertura vertical en forma de rendija y una matriz semiesférica de fotodetectores de silicio con reflectores de plata.
Al comparar las imágenes capturadas por su cámara de “pupila vertical”, con las de una cámara de abertura circular estándar, en términos de calidad de imagen y reconocimiento de objetos en fondos complejos, observaron que la precisión de la primera superó en más de un 10% a la de la abertura convencional.
Según los investigadores, su cámara de pupila vertical aún enfrenta limitaciones debido a su resolución de píxeles relativamente baja y a un campo de visión reducido, similar al de los gatos y otros animales con pupilas verticales.
Los científicos creen que el próximo desafío será integrar mecanismos que imiten los movimientos de la cabeza y los músculos extraoculares de los felinos para permitir que la cámara escanee un área más extensa.
No obstante, consideran que esta tecnología puede mejorar con el avance de sensores y otras innovaciones futuras. Informan que el nuevo diseño ha logrado mejorar las capacidades de las cámaras utilizadas actualmente en vehículos autónomos y drones.