Hoy: 26 de diciembre de 2024
En un estudio llevado a cabo por científicos de varias universidades de Kaunas, Lituania, se ha descubierto que los ultrasonidos de baja frecuencia pueden influir significativamente en los parámetros sanguíneos, al mejorar la transferencia de oxígeno desde los pulmones a los tejidos corporales, según se publica en la revista MDPI.
La investigación, realizada con 300 muestras de sangre extraídas de 42 pacientes pulmonares, expuso las muestras a seis modos diferentes de ultrasonido de baja frecuencia en el Instituto de Mecatrónica de la Universidad Tecnológica de Kaunas (KTU). Los resultados, obtenidos mediante análisis de sangre en los laboratorios de la Universidad de Ciencias de la Salud de Lituania (LSMU), revelaron cambios en 20 parámetros sanguíneos. En el Centro de Inteligencia Artificial de KTU, aplicaron inteligencia artificial para prever la exposición a ultrasonidos mediante ANOVA y Kruskal-Wallis.
Asimismo, los profesores de la KTU, Vytautas Ostasevicius y Vytautas Jurenas, destacan que los ultrasonidos no solo influyen en el recuento de plaquetas, sino que también afectan a los glóbulos rojos. Durante la exposición a ultrasonidos de baja frecuencia, los glóbulos rojos agregados se disocian en glóbulos rojos individuales, para mejorar la saturación de oxígeno en la sangre y reducir la viscosidad de la sangre, lo que impacta positivamente en la presión arterial.
Los científicos sugieren que los ultrasonidos de baja frecuencia podrían utilizarse potencialmente para mejorar la saturación de oxígeno en los pulmones de pacientes con hipertensión pulmonar. Por otro lado, al considerar la actual pandemia de Covid-19, los investigadores ven un enorme potencial en explorar más a fondo las posibilidades de esta tecnología, según afirma el profesor Ostasevicius.
Asociación exitosa entre medicina y tecnología
En medicina, los ultrasonidos de alta frecuencia se utilizan con fines diagnósticos y terapéuticos. Los investigadores resaltan que las ondas acústicas de ultrasonido de baja frecuencia penetran más profundamente en los órganos internos, lo que sugiere diversas aplicaciones terapéuticas, como la activación de medicamentos o la facilitación de la administración de antibióticos en áreas inflamadas. La colaboración entre ingenieros y médicos, como la evidenciada en este estudio, demuestra la eficacia de la interdisciplinariedad para obtener resultados exitosos en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías médicas.