En España se consideraba la ciruela pasa como la mejor aliada para la salud digestiva y para combatir el estreñimiento. Sin embargo, un reciente estudio muestra que, además de sus beneficios intestinales, esta fruta es también eficaz para combatir la pérdida ósea y fortalecer los músculos.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Oklahoma, en Estados Unidos, muestra que el consumo diario de ciruelas pasas aumenta en un 17% los niveles de IGF-1, una proteína que regula la hormona del crecimiento, promueve el desarrollo óseo y favorece la formación muscular.
La ciruela pasa, en realidad una ciruela deshidratada, posee múltiples propiedades saludables, entre ellas su alto contenido en vitamina K, potasio, fósforo y magnesio, todos elementos clave en la prevención de la pérdida de densidad ósea.
La osteoporosis, común en mujeres postmenopáusicas, es una enfermedad prevalente que, según un estudio reciente, podría revertirse con una dieta rica en ciruelas desecadas. Los investigadores han encontrado que las ciruelas pasas pueden prevenir o al menos frenar la pérdida ósea en la vejez.
Además de reducir la inflamación y el estrés oxidativo, lo que ayuda a disminuir la presión arterial, también promueven la salud ósea. Consumir 10 ciruelas pasas al día durante un año ha demostrado aumentar la densidad mineral ósea en el antebrazo y la parte baja de la columna vertebral.
Un artículo publicado en el Journal of Medicinal Food concluye que los minerales, compuestos fenólicos, vitamina K y fibra dietética presentes en esta pequeña fruta ayudan a combatir la pérdida ósea, un problema que afecta principalmente a mujeres a partir de los 45 años.
El estudio también revela que las ciruelas pasas ayudan a neutralizar la acidez del pH, la cual puede alterarse debido a la acidosis y volverse peligrosa, afectando distintos órganos del cuerpo.
El estudio establece que la cantidad recomendada para observar beneficios en la masa muscular y el fortalecimiento óseo es de 50 gramos diarios, lo que equivale a cinco ciruelas pasas (unas 100 calorías). Para aprovechar sus propiedades, se pueden añadir a un bol de cereales en el desayuno, mezclar con yogur griego, comerlas como snack o incorporarlas a un estofado. Es importante recordar que, al estar desecadas, sus nutrientes están concentrados, lo que las hace más calóricas.
Además de contribuir al fortalecimiento óseo y al desarrollo muscular, las ciruelas pasas ayudan a reducir el consumo de azúcar, lo cual es clave para mantener un peso saludable. Gracias a su alto poder saciante, pueden ayudar a controlar el apetito, evitando la ingesta innecesaria de alimentos.
El azúcar natural de las ciruelas secas, conocido como sorbitol, se absorbe lentamente en la sangre, evitando los picos glucémicos que causan inflamación en el cuerpo. Las fibras solubles que contienen, como la pectina, ayudan a reducir el azúcar en sangre al mejorar la función intestinal y la respuesta a la insulina. Además, regulan la absorción de grasas, lo que puede contribuir a disminuir los niveles de colesterol.
Las conocidas propiedades laxantes de las ciruelas pasas, gracias a su alto contenido en fibra, son ampliamente reconocidas. Sin embargo, lo que quizá sea menos conocido es su aporte de hierro, útil para combatir la anemia, y su contenido de vitamina C, que ayuda a prevenir la calcificación de las arterias y a mantener saludables los vasos sanguíneos.
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