Una investigación de universidades de España e Italia arroja resultados sorprendentes sobre la calidad nutricional de los jugos de esta fruta
El mundo de la nutrición recibe un nuevo análisis de gran relevancia con la publicación de un estudio en el respetado ‘International Journal of Food Sciences and Nutrition’, el cual ha sido respaldado por el Fruit Juice Science Centre (FJSC). Este estudio, llevado a cabo por investigadores de universidades de España e Italia, ha examinado minuciosamente los niveles de polifenoles, compuestos bioactivos cruciales para la salud, presentes en los zumos de naranja.
La comparación se realizó entre los zumos de naranja más populares adquiridos en tiendas de España, Alemania, Francia y Reino Unido, y las naranjas recién exprimidas. Los resultados, sin duda, han generado un gran interés en el ámbito científico y nutricional.
Uno de los hallazgos más destacados de este estudio es que los niveles de polifenoles entre el zumo de naranja exprimido y el embotellado son sorprendentemente similares. Esta revelación desafía algunas de las percepciones comunes sobre la calidad nutricional de los zumos embotellados en comparación con los frescos.
Si bien es cierto que el zumo exprimido en casa tiende a contener una mayor cantidad de vitamina C en comparación con su contraparte embotellada, los investigadores han observado que este nutriente esencial se degrada significativamente con el tiempo. Según el comunicado del FJSC, se espera que los niveles de vitamina C en el zumo casero alcancen niveles similares a los del zumo comprado en el supermercado en aproximadamente una semana.
Además, el estudio revela que el zumo de naranja exprimido en casa aporta más del 90% de las necesidades diarias de vitamina C de una persona en tan solo un vaso. Este dato subraya la importancia de este popular hábito nutricional para mantener una ingesta adecuada de vitamina C, especialmente en tiempos en los que la salud y el bienestar están en el centro de la atención mundial.
Estos resultados desafían las percepciones convencionales y subrayan la importancia de seguir investigando y comprendiendo los efectos de los procesos de producción en la calidad nutricional de los alimentos que consumimos a diario. Sin duda, este estudio proporciona una base sólida para futuras investigaciones en el campo de la nutrición y la salud pública.