Un estudio recientemente publicado en la prestigiosa revista ‘Frontiers in Nutrition‘ ha arrojado luz sobre la relación entre el consumo de azúcares añadidos y la formación de cálculos renales. El trabajo de investigación, liderado por el Dr. Shan Yin del Hospital Afiliado de la Facultad de Medicina del Norte de Sichuan en Nanchong, China, es el primero en identificar esta conexión, lo que destaca la importancia de considerar el papel de estos azúcares en la salud renal.
El estudio se llevó a cabo con una muestra significativa de 28,303 adultos, cuyos datos epidemiológicos se recopilaron entre 2007 y 2018, a través de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos (NHANES). Los participantes proporcionaron información sobre su historial de cálculos renales y se estimó su ingesta diaria de azúcares añadidos mediante un recuerdo detallado de su consumo reciente de alimentos y bebidas.
Los investigadores también evaluaron la calidad de la dieta de cada participante mediante una puntuación del Índice de Alimentación Saludable (IES-2015, por sus siglas en ingles), y ajustaron los resultados para tener en cuenta diversos factores explicativos.
Los resultados del estudio revelaron que aquellos individuos con una mayor ingesta de azúcares añadidos presentaron una mayor prevalencia de cálculos renales, además de una puntuación más baja en el IES, lo que indicaba una dieta menos saludable. De manera significativa, cada incremento en el porcentaje de ingesta energética proveniente de azúcares añadidos se correlacionó positivamente con el riesgo de desarrollar cálculos renales.
Por ejemplo, los participantes con una ingesta de azucares añadidos superior al 25% de su energía total tuvieron un 39% más de probabilidades de desarrollar cálculos renales en comparación con aquellos que consumían menos azúcares añadidos. Además, aquellos que superaron ese 25% tuvieron un impactante aumento del 88% en el riesgo de desarrollar cálculos renales.
Estos hallazgos proporcionan evidencia valiosa sobre la estrecha relación entre el consumo de azúcares añadidos y la formación de cálculos renales. El estudio destaca la importancia de reducir el consumo de azúcar añadido como medida preventiva para mantener una buena salud renal. Además, resalta la necesidad de crear conciencia sobre los riesgos asociados con el consumo excesivo de azúcares añadidos y fomentar cambios en los hábitos alimenticios para reducir el riesgo de problemas renales.
La investigación del Dr. Shan Yin y su equipo contribuirá significativamente a la comprensión de la salud renal y proporcionará una base sólida para futuras intervenciones y políticas de salud pública dirigidas a mejorar la calidad de vida de la población y prevenir enfermedades renales asociadas al consumo de azúcares añadidos.