Hoy: 26 de diciembre de 2024
La Unidad Mixta de Investigación Cerebrovascular del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), en colaboración con el Departamento de Estadística e Investigación Operativa Aplicadas y Calidad de la Universitat Politècnica de València y el Departamento de Neurología de la Universidad de Miami, han estudiado los efectos y mecanismos de acción del resveratrol en modelos animales de ictus isquémico.
El equipo investigador ha descubierto que el tratamiento con resveratrol en modelos de ictus isquémico en roedores presenta “probabilidades significativas de beneficio”, según ha informado el centro en un comunicado.
En concreto, han observado una “reducción” del tamaño del infarto, del edema cerebral, así como del deterioro de la barrera hematoencefálica y de la neurofuncionalidad, junto con un aumento del rendimiento motor. Además, aunque con menor probabilidad, el estudio concluye que el resveratrol también demostró un aumento de la supervivencia neuronal y la reducción de la apoptosis, procesos “cruciales” en la recuperación cerebral.
El resveratrol es un compuesto natural perteneciente al grupo de los polifenoles. Se encuentra en frutos como las uvas rojas, las nueces y algunas bayas. Se ha empleado en distintas investigaciones para otras patologías como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
A pesar de estos resultados “alentadores”, los autores del estudio subrayan la necesidad de llevar a cabo más investigaciones preclínicas “de alta calidad” para fundamentar y diseñar la investigación sobre el tratamiento con resveratrol en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular.
En este contexto, el resveratrol, emerge como un candidato “prometedor”. El ictus isquémico es una enfermedad muy frecuente, que causa la muerte o discapacidad permanente en muchos de los pacientes que la sufren. En España, más de 100.000 personas sufren un ictus al año y, aproximadamente, una de cada seis muere. Es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).