El colesterol alto no siempre da señales claras. A veces, nuestro propio cuerpo nos alerta antes de que aparezcan problemas graves. Prestar atención a ciertos cambios físicos puede ser clave para actuar a tiempo y proteger la salud cardiovascular.
Uno de los indicios más evidentes aparece en los ojos. El arco corneal es una línea blanquecina o gris que rodea el iris. Aunque suele asociarse con la edad, también puede indicar niveles altos de colesterol en personas jóvenes. No es doloroso, pero su presencia merece atención.
Otra señal son los xantelasmas. Se trata de pequeños bultos amarillentos en los párpados, tanto superiores como inferiores. Más allá de un tema estético, su aparición puede advertir sobre alteraciones metabólicas. Si estos cambios surgen de forma rápida, es recomendable acudir al médico para descartar problemas graves.
Las manos también pueden reflejar desequilibrios en los niveles de lípidos. Los xantomas, por ejemplo, son nódulos o parches amarillos que se forman en nudillos o palmas. No duelen, pero son una señal de alerta sobre el metabolismo de las grasas.
Además, algunas personas sienten hormigueo o entumecimiento en las manos. Esto puede estar relacionado con la disminución del flujo sanguíneo causada por la acumulación de placas en las arterias. Detectar estos síntomas temprano es clave para prevenir complicaciones circulatorias, según apunta La Vanguardia MX.
Los pies suelen mostrar señales cuando el colesterol alto afecta la circulación. Una de las más comunes es el dolor al caminar o subir escaleras, especialmente en pantorrillas y plantas del pie. Esta molestia puede indicar que las arterias están estrechadas y el flujo sanguíneo disminuye.
También es importante observar la cicatrización de heridas. Si tardan en sanar, puede ser consecuencia de una circulación deficiente que limita el oxígeno y los nutrientes necesarios para la reparación de los tejidos.
El entumecimiento o la sensación de frío constante en los pies es otro signo que no se debe ignorar. Puede reflejar que el colesterol elevado está afectando la función vascular y la salud general de las extremidades.
Datos curiosos muestran que los xantomas no solo aparecen en manos, sino también en codos, rodillas y tendones. Además, el arco corneal puede presentarse incluso en personas menores de 40 años. Y es importante recordar que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte asociada a niveles altos de colesterol.
Observar estas señales y actuar a tiempo puede marcar la diferencia. Escuchar al cuerpo es un primer paso para mantener el colesterol bajo control y cuidar la salud del corazón.