Hoy: 22 de noviembre de 2024
El expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris se han acusado este martes de “no tener un plan” para el país durante un acalorado debate transmitido por ABC News, en el marco de las elecciones presidenciales de noviembre.
Harris ha asegurado que Trump solo pretende “bajar los impuestos a los ricos”, mientras que el magnate ha acusado a la candidata demócrata de “copiar” la política de “cuatro frases” del actual presidente, Joe Biden, cuya gestión ha dejado la “mayor tasa de inflación” de la historia del país, si bien este dato ha sido cuestionado por los analistas de ABC News.
Tras ello, Trump ha destacado que su Administración logró una de las tasas de inflación más bajas de Estados Unidos, y ha defendido sus políticas incluso respecto a la gestión de la pandemia de covid-19, que dejó miles de muertos en el país.
Harris, por su parte, ha expresado que pretende mejorar la situación de la clase media y trabajadora, centrándose en las familias jóvenes y en los altos precios de los alquileres de la vivienda.
De igual forma, ha criticado el legado de Trump: “Nos dejó los peores datos de desempleo desde la Gran Depresión. Donald Trump nos dejó la peor epidemia pública en un siglo. Donald Trump nos dejó el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil. Y lo que hemos hecho es limpiar el desastre de Donald Trump. Lo que hemos hecho y lo que pretendo hacer es construir sobre lo que sabemos”.
El candidato republicano ha prometido que los ciudadanos estadounidenses “no van a tener precios más altos” con él debido a que va a hacer pagar “miles de millones de dólares” a China y al resto de países del mundo, tal y como hizo durante su mandato tras la imposición de grandes aranceles, que desembocó en una guerra comercial con Pekín y con malestar con sus socios europeos.
Respecto a los diferentes casos judiciales a los que se enfrenta Trump, este ha acusado una vez más a la Administración Biden de “instrumentalizar” al Departamento de Justicia para realizar una persecución “política” en su contra.
“Cada uno de esos casos fue iniciado por ellos contra su oponente político. Y estoy ganando la mayoría de ellos, y ganaré el resto en apelación”, ha agregado Trump, en referencia a la decisión del Tribunal Supremo de avalar parcialmente su inmunidad presidencial.
Harris, por su parte, ha mostrado su preocupación ante la posibilidad de que Trump llegue a la Casa Blanca debido a que las autoridades no podrían detener sus acciones, una hipotética responsabilidad que ha trasladado a la población estadounidense.
“El Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó recientemente que el expresidente sería esencialmente inmune a cualquier mala conducta si volviera a entrar en la Casa Blanca. Y se trata de alguien que ha dicho abiertamente que acabaría, cito textualmente, con la Constitución de los Estados Unidos. Que armaría al Departamento de Justicia contra sus enemigos políticos”, ha aseverado Harris.
De igual forma se ha hecho eco de unas declaraciones del magnate en las que hablaba sobre un “baño de sangre” tras los resultados de las elecciones, si bien el expresidente asegura que se han sacado de contexto estas palabras.
En respuesta, Trump ha responsabilizado a los demócratas y “las cosas que dicen” sobre su figura por el intento de asesinato en su contra durante la celebración de un mitin en el mes de julio.
“Probablemente recibí un balazo en la cabeza por las cosas que dicen de mí. Hablan de democracia, que soy una amenaza para la democracia. Ellos son la amenaza a la democracia”, ha añadido Trump.
Los dos candidatos presidenciales han debatido también sobre el derecho al aborto en el país, que se ha visto mermado en los estados gobernados por los republicanos desde que el Supremo anulase en 2022 el histórico fallo de Roe versus Wade, que reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973.
Trump ha vuelto a decir falsamente que los “radicales” demócratas apuestan por permitir que el bebé sea “abortado” en el noveno mes e incluso tras su nacimiento, y ha justificado la decisión del Supremo al respecto como una forma de dar más poder de decisión a los estados, si bien ha enfatizado que cree en las excepciones en casos de violación, incesto y cuando peligre la vida de la madre.
“Vamos a entender cómo hemos llegado hasta aquí. Donald Trump eligió a dedo a tres miembros del Tribunal Supremo de Estados Unidos con la intención de que deshicieran las protecciones de Roe contra Wade. E hicieron exactamente lo que él pretendía. Y ahora en más de 20 estados hay prohibiciones del aborto de Trump que convierten en delito que un médico o una enfermera presten asistencia sanitaria. En un estado, prevé prisión de por vida”, ha reseñado Harris.
De hecho, ha recordado que en algunas ocasiones ni siquiera hay excepciones en casos de violación o incesto. “Y uno no tiene que abandonar su fe o sus creencias profundamente arraigadas para estar de acuerdo en que el gobierno y Donald Trump ciertamente no deberían decirle a una mujer lo que tiene que hacer”, ha añadido.
Por último, ha asegurado que firmará “con orgullo” un posible proyecto de ley que restablezca las protecciones otorgadas por el mencionado fallo, y ha advertido que Trump “firmaría una prohibición nacional del aborto”.