El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado un arancel del 25% a los automóviles fabricados fuera del país que entrará en vigor el 2 de abril, una nueva medida en el marco de la guerra comercial iniciada por el magnate republicano.
La decisión ha convulsionado el mercado del automóvil y desde la Unión Europea o Japón ya se anuncian medidas.
Europa exporta 1,5 millones de coches anuales a los Estados Unidos, que aumentarían su precio hasta los 12.000 dólares. En Países como España le medida tiene un gran trascendencia porque es uno de los principales fabricantes del mundo de piezas y componentes y podría afectar a unos 2.000 puestos de trabajo.
Esto se produce además antes de que el presidente anuncie el 2 de abril los llamados aranceles recíprocos a los socios comerciales de la primera economía mundial.
«Vamos a cobrar a los países por hacer negocios en nuestro país y por quitarnos nuestros empleos, nuestra riqueza y muchas cosas que nos han estado quitando a lo largo de los años», ha resaltado este miércoles en declaraciones a la prensa desde la Casa Blanca.
Los anuncios realizados por Trump sobre los aranceles han agitado los mercados en las últimas semanas. El índice bursátil S&P 500, que agrupa a las principales empresas cotizadas de Estados Unidos, ha caído este miércoles un 1,1%, mientras que el Nasdaq se ha apuntado una caída del 1,8%, según Bloomberg.
Esto se produce después de que la Administración Trump concediera a principios de marzo una exención de un mes, hasta el 2 de abril, a todos los automóviles que entren en el marco del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado a Canadá y la Unión Europea con imponerles aranceles «mucho mayores» que los anunciados hasta el momento ante la posibilidad de que colaboren, según ha dicho, «para perjudicar económicamente» al país.
«Si la Unión Europea colabora con Canadá para perjudicar económicamente a EE UU, se impondrán a ambos aranceles a gran escala, mucho mayores que los previstos actualmente, ¡para proteger al mejor amigo que cada uno de esos dos países ha tenido jamás!», ha afirmado en su plataforma Truth Social.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha lamentado «profundamente» la decisión de Trump y ha indicado que el bloque «evaluará» la respuesta a dicha medida, así como a otras del magnate, en alusión a los aranceles recíprocos.
Asimismo, ha asegurado que la UE «seguirá buscando soluciones negociadas» que permitan «salvaguardar al mismo tiempo sus intereses económicos». «Protegeremos conjuntamente a nuestros trabajadores, empresas y consumidores en toda la Unión Europea», ha zanjado.
El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, ha regresado recientemente de su segundo viaje a Estados Unidos sin un acuerdo para resolver la crisis de los aranceles, pero insiste en mantener abierta la puerta del diálogo aunque quede «trabajo duro» por hacer y Bruselas siga adelante preparando las contramedidas por valor de hasta 26.000 millones de euros.
El plan inicial del Ejecutivo comunitario era activar un primer paquete de aranceles por valor de 8.000 millones de euros desde el 1 de abril, basado en un listado de productos diseñado en anteriores crisis, y una segunda, con un impacto potencial de 18.000 millones, el 13 de abril.
Bruselas dice ahora que prefiere esperar a mitad de mes para poner en marcha los dos planes en bloque por razones «técnicas», ya que ello permite «calibrar» los aranceles y ajustar las listas a los intereses europeos, aunque admiten que además ofrece unas semanas de margen para la negociación.