El terrorismo es el uso de la violencia o la amenaza de violencia para infundir miedo, coaccionar a gobiernos o sociedades o influir en decisiones políticas. Generalmente, los actos de terrorismo buscan causar daños significativos y provocar pánico.
Ejemplos de terrorismo incluyen ataques como los atentados suicidas, el secuestro de aviones, los tiroteos masivos con motivaciones políticas o ideológicas y ataques con bombas en lugares públicos. Estos actos están motivados por diversas razones, como políticas, religiosas o ideológicas.
En la última década, Estados Unidos ha experimentado varios tiroteos masivos. Estos eventos son definidos generalmente como incidentes en los que, al menos, cuatro personas resultan heridas o muertas, excluyendo al atacante. Se han realizado decenas de estos eventos en los últimos años, lo que ha generado un debate significativo sobre las políticas de control de armas y la seguridad pública en el país.
Sólo en el año 2024 se han producido más de 488 tiroteos masivos en Estados Unidos, según el Archivo de Violencia con Armas, en los últimos cuatro años se han producido casi dos al día, en promedio.
El término “tiroteo masivo” puede variar en su definición dependiendo de la fuente, pero generalmente se considera un incidente en el que múltiples personas resultan heridas o muertas. Estos datos reflejan una tendencia preocupante y han impulsado discusiones sobre el control de armas, la salud mental y la seguridad pública.
Los discursos de odio pueden tener un impacto significativo en la violencia armada y los tiroteos masivos. Estos discursos, que promueven el odio hacia ciertos grupos de personas basándose en su raza, religión, orientación sexual, género u otras características, pueden incitar a la violencia y a actos de odio.
Cuando las personas son expuestas repetidamente a discursos de odio, esto puede desensibilizarlas o incluso motivarlas a cometer actos violentos. Además, los discursos de odio pueden contribuir a la polarización y al aumento de tensiones en la sociedad, lo que puede aumentar el riesgo de violencia.
Combatirlos y promover la comprensión y el respeto entre diferentes grupos puede ser una estrategia importante para reducir la violencia y los tiroteos masivos
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha expresado su preocupación en varias ocasiones sobre la violencia armada y los crímenes de odio en las Américas, incluyendo los tiroteos masivos en Estados Unidos. La CIDH enfatiza la necesidad de garantizar los derechos humanos, incluyendo el derecho a la vida, la seguridad y la no discriminación.
La comisión ha instado a los Estados a adoptar medidas efectivas para prevenir y sancionar los crímenes de odio, promover la igualdad y combatir la discriminación en todas sus formas. También subraya la importancia de la implementación de políticas públicas que aborden las causas subyacentes de la violencia y promuevan la inclusión social.
A mayor abundamiento, la Organización de los Estados Americanos (OEA), a propuesta de México, condenó por aclamación (unanimidad) el ataque terrorista que se perpetró en el atentado de El Paso, Texas, el 14 de agosto de 2019, y reafirmó su compromiso contra la discriminación racial, el odio y la supremacía blanca provocados por los discursos de odio. Postura suscrita por Estados Unidos para promover la diversidad, la paz y coexistencia en el hemisferio.
Patrick Crusius fue condenado a cadena perpetua por asesinar a 23 personas en un ataque racista contra hispanos. El juez declaró que “trajo odio”, pero “su misión fracasó”, sin ordenar una investigación respecto del tipo de armas que usan decenas de jóvenes y que son “presa fácil” del discurso xenofóbico de sus gobernantes.
Nuestro país, en voz del entonces canciller, Marcelo Ebrard, anunció acciones diplomáticas y legales para proteger a las víctimas y exigir justicia ante este tipo de crímenes de odio.
Es evidente que urge un plan emergente de armas para evitar estos actos de terrorismo. ¿O no?, estimado lector.
*Por su interés reproducimos este artículo de Francisco André publicado en Excelsior.