Hoy: 18 de diciembre de 2024
Continuamente se están revelando los horrendos delitos y masacres perpetrados por el régimen de Bashar Al Assad en Siria. Este lunes, según ha publicado La Sexta, el director del Equipo Sirio de Emergencia, una organización no gubernamental siria radicada en Estados Unidos, ha declarado que existe una fosa comune en las proximidades de Damasco que podría albergar los restos de al menos 100.000 individuos asesinados por la dictadura de Al Assad.
Mouaz Moustafa, director de la ONG, ha declarado en una entrevista telefónica con Reuters desde Damasco que el área donde se halló la fosa común se encuentra en Al Qutayfah. Esta está situada a 40 kilómetros al norte de la capital de Siria y era una de las cinco fosas habituales que había detectado con el paso del tiempo.
“100.000 es la estimación más conservadora” del número de cadáveres enterrados en el lugar, ha lamentado Moustafa. “Es una estimación extremadamente conservadora, casi injustamente conservadora”, ha expresado. El responsable de los denominados cascos blancos, según recoge La Sexta, ha declarado que es posible que haya más fosas comunes, además de los cinco lugares identificados. También ha argumentado que entre las víctimas no solo se encuentran sirios, sino también ciudadanos de Estados Unidos, Reino Unido y otros extranjeros.
Se calcula que desde 2011 se han asesinado cientos de miles de sirios, cuando la represión de Al Assad a las manifestaciones contra su gobierno derivó en una guerra civil de gran magnitud. Bashar Al Assad y su padre Hafez, quien ocupó el puesto de presidente y falleció en 2000, son acusados por sirios, colectivos de derechos humanos y otros gobiernos de ejecuciones extrajudiciales extendidas, incluyendo ejecuciones en masa dentro del famoso sistema penitenciario de la nación.
Al Assad rechazó constantemente que su administración perpetrara infracciones a los derechos humanos y llamó a sus oponentes de “extremistas”.
En cuanto a la organización Human Rights Watch (HRW), este martes ha pedido a las nuevas autoridades de Siria que implementen acciones inmediatas para garantizar y proteger las evidencias físicas en el país de crímenes internacionales graves perpetrados por integrantes del gobierno anterior de Bashar Al Assad, después de descubrir miles de cadáveres en diversas fosas comunes.
“Sin esfuerzos sirios e internacionales inmediatos para asegurar y preservar los probables sitios de crímenes masivos para exhumaciones coordinadas e investigaciones forenses, existe un grave riesgo de que se pierdan pruebas críticas para la rendición de cuentas”, ha afirmado en un comunicado, que recoge La Sexta, la investigadora principal de Oriente Medio y el Norte de África de HRW, Hiba Zayadin.
La organización no gubernamental ha realizado un recorrido por una fosa común en el sector de Tadamon, al sur de Damasco, entre los días 11 y 12 de diciembre de 2024, hallando numerosos vestigios humanos tanto en el sitio de una masacre de abril de 2013 -que evidenció asesinatos sumarios realizados por fuerzas gubernamentales sirias y milicias afiliadas- como dispersos en el vecindario cercano. “Las autoridades sirias de transición deben tomar urgentes para asegurar y preservar las pruebas físicas en todo el país de graves crímenes internacionales cometidos por miembros del anterior gobierno”, han señalado.
Los expertos recordaron los instantes finales de las once víctimas con los ojos vendados que se encuentran en el vídeo, a las que dispararon a quemarropa y empujaron hacia la fosa excavada a máquina, junto con los cuerpos de otros trece individuos. En el lugar, los científicos hallaron vestigios humanos, tales como dientes y huesos del cráneo, la mandíbula, la mano y la pelvis, tanto en el suelo como en una bolsa recolectada por los habitantes. Además, existen restos humanos dispersos en el suelo de construcciones cercanas a la fosa común, lo que conduce a los investigadores a deducir que es muy probable que otros individuos fueron asesinados o enterrados en el mismo sitio, de acuerdo con HRW.
Las ejecuciones extrajudiciales y las ejecuciones sumarias son transgresiones severas al derecho internacional de los derechos humanos y pueden transformarse en delitos contra la humanidad si se realizan de manera sistemática o generalizada como política estatal, según ha informado La Sexta.