Desde adolescente disfruté del periodismo de calidad sin saberlo. Papá me enseñó. En TV-2 disfrutábamos de los reportajes internacionales de Mario Velásquez.
Sobre las ventanillas de aquellos trenes machadianos con asientos de madera, una advertencia en plaquita de porcelana: Es peligroso asomarse al exterior… Los motivos de ese peligro no estaban en el exceso de velocidad (éramos, para bien, tan lentos) ni en que