Se me ocurrió escribir un libro sobre la importancia que tuvieron aquellos meses de Federico en la Argentina… Aún vivían tres personas que lo conocieron
En el madrileño Café de Gijón, caro al bolsillo de cualquier poeta, dicen que Salvador Dalí le pedía a Federico García Lorca que le ayudase a cazar moscas: cualquier cosa que le sugiriera el pintor se lo alcanzaba sin titubear el granadino.