Starbase ya no es solo un nombre pintoresco en las instalaciones de SpaceX: es, oficialmente, una ciudad. El sábado, tras una elección inusitada sin campañas ni carteles, los trabajadores de la compañía aeroespacial de Elon Musk votaron abrumadoramente (212 a 6) a favor de incorporar como ciudad este rincón del condado de Cameron, en el extremo sur de Texas. Un lugar que, hasta ahora, había sido conocido por sus lanzamientos de cohetes y por cerrar sus playas públicas en cada ensayo hacia el espacio, según una información publicada en El Diario de Chihuahua.
Con apenas 1,5 millas cuadradas reconocidas por ahora, Starbase fue impulsada en silencio por la empresa como una extensión funcional de sus operaciones. La mayoría de los nuevos votantes registrados en la zona (más del 90% desde 2024) son jóvenes empleados de SpaceX o familiares directos. Según los datos preliminares, más del 75% de los registrados votaron, muchos por primera vez.
El flamante alcalde, Bobby Peden, vicepresidente de SpaceX, asumirá junto a dos comisionados también empleados de la empresa. Por ahora, los detalles del nuevo gobierno local son escasos, pero la compañía ya ha adelantado su intención de asumir el control de servicios básicos como agua, electricidad, carreteras e infraestructura escolar.
Mientras tanto, la autopista estatal 4 sigue siendo la única entrada y salida a la ciudad, y los cortes por lanzamientos continúan generando tensiones con residentes vecinos. Musk, registrado para votar en la zona, aún no ha comentado públicamente si participó en la votación, aunque sí ha dejado clara su ambición: colonizar Marte, empezando por el sur de Texas. Starbase es el primer ladrillo de esa utopía.