Las más de 50.000 personas que asistieron este martes al concierto de Shakira en el Estadio Vélez Sarsfield de Buenos Aires se llevaron una gran sorpresa al ver a los acompañantes de la cantante, sus hijos Milan y Sasha. Los niños, de 12 y 10 años, subieron por primera vez al escenario para interpretar junto a su madre Acróstico, el tema que ella les dedicó y en el que ambos participan con algunos versos.
Según recoge la revista Lecturas, la artista colombiana lanzó esta canción poco después de su separación de Gerard Piqué. En la letra reconoce que sus hijos “sirven de anestesia al dolor” y la ayudan a sentirse mejor. “La sintieron e interpretaron ellos mismos, con la pasión y el sentimiento del que lleva la música dentro”, explicó entonces Shakira en redes sociales.
Asimismo, la elección de Milan y Sasha como compañeros de escena era natural. La cantante incluso cuidó los detalles del vestuario. Llevó un diseño azul claro de Gaurav Gupta que combinaba con los trajes de sus hijos, creando una imagen unificada para el momento.
Durante la interpretación de Acróstico, Shakira no ocultó su orgullo. Observó a sus hijos cantar sus versos en solitario y, cuando Sasha tomó el micrófono, pidió al público que lo animara. Al terminar, lo abrazó para reconfortarlo, ya que parecía algo avergonzado. Ella retomó la canción mientras los niños se acercaban para abrazarla y Milan le daba un beso, sellando un momento emotivo que emocionó al público.