El organismo propone la contratación de personal extranjero y la mejora de condiciones laborales como medidas esenciales para afrontar la crisis
La Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han publicado una nueva edición del informe Panorama de la salud: Europa, en el que advierten de la creciente escasez de personal sanitario en Europa. Según el informe, la región enfrenta una falta de 1,2 millones de médicos, enfermeros y matronas, una crisis que amenaza la calidad de los sistemas de salud.
Sandra Gallina, directora general de Salud de la Comisión Europea, explicó durante la presentación que este déficit está creando un “círculo vicioso” que solo se agravará con el envejecimiento de la población. “La necesidad de más profesionales sanitarios es inminente, ya que más de un tercio de los médicos se jubilarán en la próxima década, y más de una cuarta parte de las enfermeras también”, alertó.
Para hacer frente a esta escasez, muchos países de la UE han aumentado la contratación de profesionales sanitarios formados en el extranjero. En 2022, la entrada de médicos formados en otros países aumentó un 17% respecto a 2019, mientras que la contratación de enfermeros del extranjero creció un 72%. Sin embargo, este fenómeno podría agravar la escasez de personal en los países de origen, muchos de los cuales ya enfrentan una grave falta de profesionales.
Mejora de las condiciones
El informe subraya que abordar la crisis requiere un enfoque multifacético. Según Gallina, es esencial mejorar la planificación del personal sanitario, reforzar la formación y aplicar mejores técnicas para retener a los profesionales. “Necesitamos utilizar todos los recursos disponibles de forma mucho más productiva”, indicó.
El secretario general de Sanidad, Javier Padilla, también presente en la rueda de prensa, enfatizó la necesidad de cuestionarse las razones de esta escasez a pesar del aumento del número de profesionales sanitarios y de estudiantes en la región. En el caso de España, Padilla destacó que el envejecimiento de los médicos, un tercio de los cuales tienen más de 65 años, y las tasas de abandono tras la pandemia, requieren una acción inmediata. “Es necesario avanzar hacia estrategias para mejorar la retención, mejorar las condiciones laborales y reclutar nuevos profesionales de manera equitativa”, añadió.
Preparación insuficiente
El informe también destaca que, aunque ha habido mejoras graduales en la preparación ante crisis sanitarias, Europa sigue sin estar completamente preparada para futuras emergencias. Las tasas de adhesión al Reglamento Sanitario Internacional de la OMS han mejorado ligeramente, pasando del 75% en 2020 al 78% en 2023. Sin embargo, persisten deficiencias en áreas clave como la comunicación de riesgos y la preparación ante emergencias químicas o nucleares.
En cuanto a la resistencia antimicrobiana (RAM), el informe alerta que sigue siendo una de las principales amenazas sanitarias en la región, causando unas 35.000 muertes anuales y unos costos directos de 6.600 millones de euros. En 2022-2023, el 32% de las cepas bacterianas analizadas en la UE eran resistentes a antibióticos clave, con tasas superiores al 50% en países como Rumanía, Grecia, Chipre y Bulgaria.
El informe concluye que es fundamental mejorar tanto la infraestructura sanitaria como las políticas de formación y retención del personal para hacer frente a estos retos, destacando que la crisis del personal sanitario podría tener consecuencias graves en la calidad de la atención y en la seguridad de los pacientes.