La ministra de Sanidad, Mónica García, ha decidido poner el foco nacional sobre los programas de cribado: no solo quiere revisar los datos de cáncer de mama, colon y cérvix, sino garantizar que ningún fallo se repita en ningún rincón de España. La medida busca un seguimiento exhaustivo y refuerzo de la vigilancia, especialmente después de los retrasos detectados en Andalucía, donde arrancará un estudio pormenorizado de estos programas.
En rueda de prensa tras el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), García aseguró que la situación andaluza «no es un fallo puntual, no es un fallo informático», sino un “fallo estructural” derivado de la falta de control y seguimiento. La ministra criticó la gestión regional y los años de desinversión que, según ella, han debilitado la sanidad pública.
“Esto no puede ocurrir, no puede ocurrir con los programas de prevención, no podemos tener fallos estructurales que arriesguen la vida de las mujeres”, señaló García, añadiendo que los problemas en Andalucía son solo “la punta del iceberg” de un modelo sanitario que, según su visión, se ha ido deteriorando de manera progresiva y sistemática, con un avance de la privatización.
La ministra también cargó contra el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, por su respuesta ante la crisis. “Cuando se produce un fallo tan grave en un servicio tan sensible, lo que toca es dar la cara y asumir responsabilidades”, afirmó, criticando lo que consideró un intento de desviar culpas hacia el Gobierno central o los profesionales implicados.
García subrayó que el Ministerio de Sanidad no va a mirar hacia otro lado y que las mujeres afectadas por estos fallos tienen derecho a conocer lo ocurrido y cómo se reparará. La ministra insistió en que el Estado tiene la responsabilidad de liderar y coordinar cuando una comunidad autónoma no garantiza los servicios esenciales de salud.
La petición de datos incluye indicadores como tasa de participación, tasa de respuesta, tasa de mortalidad y cualquier información relacionada con los programas de cribado, en línea con la Ponencia de Cribados del CISNS. El objetivo es obtener una visión completa y homogénea del funcionamiento de los cribados en todo el territorio nacional.
“Sabemos que reforzar los cribados es salvar vidas. Por eso vamos a trabajar de la mano de las comunidades autónomas para garantizar que todos los cribados funcionan como tienen que funcionar”, concluyó García, enfatizando la importancia de la calidad, cobertura y humanidad en la prestación de estos servicios esenciales del Sistema Nacional de Salud.