Pedro Sánchez ha declarado desde Johannesburgo que el Gobierno respeta y acata la sentencia del Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, pero no la comparte. El fallo impone dos años de inhabilitación y una multa de 7.200 euros por revelación de secretos en el caso vinculado a la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
El jefe del Ejecutivo ha recordado que tanto él como el Gobierno han defendido de forma reiterada a García Ortiz y ha sostenido que su posición se basa en testimonios de profesionales. Ha señalado que existen declaraciones de “periodistas acreditados con mucha experiencia” que apuntan a que el fiscal general no fue el origen de la filtración denunciada. Por ello, Sánchez ha reiterado: “Creo en la inocencia del fiscal general del Estado”.
Sánchez ha insistido en que en democracia se puede asumir un fallo judicial sin renunciar a expresar desacuerdo: “Respetamos las sentencias del Tribunal Supremo y las acatamos, pero podemos manifestar nuestra discrepancia”. Además, ha defendido que el Gobierno “siempre ha sido respetuoso con la independencia del Poder Judicial”. En esta línea, ha afirmado que expresar diferencias forma parte del marco democrático y no supone cuestionarlo.
El presidente ha explicado además que, tras la condena, corresponde activar el procedimiento para designar a un nuevo fiscal general y que aún deben conocerse los fundamentos completos del fallo y que existen instancias jurídicas por delante para aclarar detalles del caso. Preguntado por un eventual indulto, ha rechazado abrir ese debate y ha afirmado que “hablar de otras cuestiones ahora mismo no tiene ningún sentido”.
Sánchez también ha hecho balance de la cumbre del G20 y ha afirmado que el objetivo español ha sido “mantener vivo el G20 y fortalecer este espacio multilateral como un espacio de diálogo y gobernanza global”. Aunque ha reconocido que la declaración final sobre clima no recoge todas las aspiraciones del Gobierno, sostiene que el resultado tiene “un valor enorme” y afirma que la descarbonización es “imparable”.
Para concluir, el presidente ha destacado que España ha centrado su posición en tres ejes: la paz, la lucha contra la emergencia climática y la reducción de la desigualdad. Sánchez ha señalado que “la paz, la emergencia climática y la desigualdad” son prioridades tanto dentro como fuera del país y defiende que deben mantenerse como líneas estratégicas para los próximos años.