El dolor de garganta es una molestia común que puede variar desde una ligera irritación hasta un dolor intenso que dificulta hablar o tragar. Sus causas son variadas: infecciones virales como resfriados o gripe, bacterias como los estreptococos, cambios bruscos de temperatura, exposición al aire acondicionado o incluso el reflujo gástrico. En la mayoría de los casos, no es algo grave y puede mejorar con remedios naturales. Sin embargo, si el dolor persiste más de cinco días o se acompaña de fiebre alta, es fundamental consultar al médico.
Existen varias opciones caseras que ayudan a calmar la irritación y disminuir la inflamación de la garganta. La miel es uno de los más conocidos: una cucharada de miel pura puede suavizar la garganta y reducir la tos gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. El jengibre, por su parte, actúa como antiinflamatorio natural, ideal para preparar infusiones que alivien el dolor.
Las gárgaras con agua tibia y sal también son muy efectivas; ayudan a desinflamar y eliminar bacterias. Otra alternativa es la manzanilla, cuya infusión tiene un efecto calmante que relaja la garganta. Mezclar agua tibia con limón fortalece el sistema inmunológico y actúa como desinfectante natural, mientras que el ajo crudo, a pesar de su sabor intenso, aporta alicina, un compuesto con propiedades antibacterianas que combate infecciones, según ha publicado Vanguardia MX.
Además de los remedios, ciertos hábitos pueden marcar la diferencia. Mantenerse bien hidratado es esencial, así como beber líquidos tibios para no irritar la garganta. Evitar fumar o exponerse al humo y descansar lo suficiente permite que el cuerpo se recupere más rápido. Si el ambiente es seco, un humidificador puede ser un gran aliado, y es importante no forzar la voz para que las cuerdas vocales descansen.
Aunque la mayoría de los casos mejora con estos cuidados, hay situaciones en las que es necesario acudir al médico: dolor que dura más de cinco días, fiebre superior a 38,5 °C, presencia de puntos blancos en la garganta, dificultad para tragar o respirar, o pérdida total de la voz.
Con hábitos sencillos y remedios naturales, el dolor de garganta puede aliviarse sin necesidad de medicamentos. La miel, el jengibre, las gárgaras y las infusiones no solo calman la irritación, sino que ayudan a acelerar la recuperación, manteniendo la garganta saludable y funcionando al máximo.