El nuevo trabajo del canario cuenta con las colaboraciones de grandes iconos como Aitana, Pitbull o Yung Beef
El artista Pedro Quevedo ha publicado su segundo álbum de estudio titulado Buenas noches, en el que ha “reguetonizado” su nueva forma de vida con 18 canciones. El trabajo se sustenta sobre varios pilares y su experiencia durante la noche (la fiesta, las grabaciones en el estudio, las conversaciones o el silencio en la calle). Reconoce que es lo que más feliz le hace y también cuando más productivo es.
“A mí que me cuesta dormir, en ese momento de insomnio, me gusta escuchar música y ponerme álbumes completos. Este disco es el recorrido entre que te das cuenta de que tienes insomnio y hasta que te vuelves a dormir”, ha explicado el artista en declaraciones a los medios de comunicación.
Entre lo que el artista repite a lo largo de todo el trabajo, encontramos elementos como las alfombras rojas, los brillos, el oro, el tiempo, el sexo o el amor. El canario usa letras más cercanas al reguetón sobre bases de pop de los primeros años de los 2000, un homenaje propio a artistas como Jason Derulo, Justin Timberlake o Pitbull, quien firma otra de las colaboraciones.
“Hay muchos temas del álbum en los que el lenguaje “reguetonizado” lo he traído a canciones que me marcaron, icónicas. Quizá no son letras personales, pero todo el mundo va a poder sentirse identificado con mini cosas”, recoge EP.
Un desahogo
Este nuevo álbum se abre y cierra con una visión de la fama pesimista, aunque el artista ha reconocido que en este disco ha querido mostrar “lo bonito” de su trabajo, que es su sueño, según publica la agencia de noticias.
De esta forma, en Kassandra muestra esa visión a través de la pasión con una mujer que le comprende y que comparte ese sentimiento, porque también vive la fama de cerca. “Acompañada siempre / Pero siempre sola”, canta el artista. Mientras que termina con Buenas noches, en el que la fama es algo más solitario.
“Es un desahogo, una carta abierta con un sonido diferente. Es el tema que resuelve todas las preguntas personales que la gente tenga de mí”, ha explicado el artista a los medios.
El cantante comparte pensamientos íntimos como echar de menos a su madre, la relación de amor-odio con las giras y los conciertos, o la necesidad de hacer cosas “comerciales”. “Sabiendo que si me sale del pecho no va a sonar en la radio”, canta el canario en otro de los temas del disco, Qué asco de todo. Para ello utiliza base pop y sonido de batería y guitarra.
Jugando a ser gansgter
La primera parte del disco, como ha explicado el mismo artista y recoge EP, es “súper explícito” o incluso “superficial”, aunque en la segunda mitad, Quevedo muestra un “contenido más lleno”.
Con Aitana, en Gran Vía, el artista se acerca al sonido de la catalana, y ambos firman un tema pop con referencias musicales a la década de los años 80, aunque este registro cambia completamente en La 125 con Yung Beef o Iguales. “Aunque a primera vista Yung Beef y yo no tenemos mucho que ver, creo que es una forma de darle reconocimiento por todo lo que ha sido para el trap en España“, ha destacado Quevedo.
Precisamente, Halo (tema que recibe el nombre de las balas Halo) es una canción que firma con su amigo y artista, La Pantera, y que continúa con ese estilo de “maleanteo” que empieza en la colaboración con Yung Beef. “Es una de las canciones más especiales para mí. Estamos jugando a ser gansgter”, ha bromeado Quevedo.
Únicamente mías
Así, Duro; Chapiadora.com; Por atrás; 14 febreros, con el artista Sin Nombre; y Mr Moondial, con Pitbull, conforman esa primera parte más “explícita” del disco.
Por otra parte, Noemú; Shibatto; Los días contados, con Rels B; El estribillo; Amaneció, tema que firma junto a De La Rose y De La Ghetto; Te fallé, con Sech; y Buenas noches, dan el sentido más personal sin alejarse de las bases de reguetón mezcladas con música electrónica o hyperpop.
“Las cosas que hago yo no puede hacerlas nadie, no porque sean muy complicadas, pero porque son mías, únicamente”, finalizaba Quevedo.