El río Tajo, desbordado por el temporal, se ha cobrado un pedazo de historia: parte del puente romano de Talavera de la Reina ha cedido ante la fuerza del agua. Construido hace siglos, este monumento no solo ha conectado orillas, sino generaciones enteras. Este fin de semana, las lluvias intensas rompieron uno de sus tramos, dejando una imagen que ha estremecido a vecinos, historiadores y autoridades.
Desde el Ministerio de Cultura, la reacción fue rápida. El ministro Ernest Urtasun anunció en la red social Bluesky la activación de los equipos técnicos para evaluar los daños estructurales y comenzar cuanto antes el proceso de reconstrucción. “Es un patrimonio de valor incalculable”, destacó el ministro, subrayando el compromiso del Gobierno con la protección y recuperación del legado histórico.
También el presidente Pedro Sánchez expresó su solidaridad con Talavera. A través de su cuenta de X, prometió el respaldo del Ejecutivo para devolverle al puente su esplendor, reconociendo su peso simbólico como uno de los emblemas de la ciudad.
Aunque el Tajo haya derribado una parte del puente, no ha podido erosionar el vínculo emocional que une a Talavera con su historia. La estructura ha sobrevivido siglos de batallas, riadas y olvidos. Ahora, con la tecnología y el compromiso institucional de su parte, está llamada a renacer, piedra a piedra.
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