Preferencias

5 de mayo de 2025
1 minuto de lectura
Trabajadores.

Los poemas suelen ser realidades que se sueñan balanceándose en el filo de lo posible. Entre tanta constelación de mediocridades que circulan sin ton ni son por las avenidas de la codicia o del esperpento, existen paralelamente héroes que no valoramos como se debiera.

Escribo de los que van a la guerra de lo diario y mezclan su bocadillo con el humo de las maquinarias: misioneros que ponen sardinas en latas de conserva  o agradecen a los árboles las naranjas maduras para beberlas en casa o descubren en sus noches de insomnio las otras penicilinas que la humanidad aguarda para sus males infinitos… Esos no van a las televisiones ni escriben en los periódicos ni son señalados como salvadores. Nos hemos acostumbrado a destacar lo peor de cada sitio hasta que se nos llenan los ojos de corruptos, de vagos, de insolventes, de rémoras a quienes pagamos sus casas de lujo y sus ropas de diseño.

¡Tiempos en desgracia donde los inútiles viven en candelero y los insignes escondidos!

Pedro Villarejo

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Antes que a los hombres

Si los gobernantes en general creyesen en las bondades de Dios, reflejadas en el ejercicio de su doctrina, y no…

Almacenamiento

Por la experiencia de los griegos y de la propia sabemos que nada es bueno cuando es demasiado…

El sucesor

Es tan larga la lista de los que vaticinan las características que deben adornar al papa nuevo, que yo ni…

La mirada de un tuerto

Reconozco que el toreo es una genialidad que se baila manchando de sangre la arena. Cagancho, un torero gitano de…