El problema más común en la vesícula biliar es la formación de piedras (colelitiasis), que afecta al 20% de la población
En España y otras naciones desarrolladas, los problemas biliopancreáticos han aumentado debido a un estilo de vida más sedentario, el envejecimiento poblacional y una dieta rica en grasas. Estas condiciones contribuyen a la obesidad y otros factores de riesgo que afectan la salud del aparato digestivo.
La vesícula biliar, que almacena bilis producida por el hígado, juega un papel crucial en la digestión al liberar bilis durante el proceso digestivo. Según el doctor Ángel Ponferrada Díaz, jefe de la Sección de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Infanta Leonor, este órgano es central en la patología biliopancreática, un motivo frecuente de hospitalización.
El problema más común en la vesícula biliar es la formación de piedras (colelitiasis), que afecta al 20% de la población. Estas piedras pueden provocar inflamación (colecistitis), cólicos biliares, obstrucción de las vías biliares y, en casos graves, pancreatitis aguda. Los síntomas incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos y fiebre.
Factores de riesgo asociados
La obesidad, el colesterol alto, el uso de anticonceptivos orales, la edad avanzada y las dietas grasas son factores que incrementan el riesgo de formación de piedras. El colesterol en exceso hace que la bilis se vuelva más espesa, lo que facilita la aparición de estas complicaciones.
Aunque muchas personas con piedras en la vesícula son asintomáticas, si aparecen complicaciones como colecistitis o pancreatitis, se recomienda extirpar la vesícula (colecistectomía). El tratamiento puede incluir antibióticos y analgésicos antes de la cirugía, que suele ser la solución definitiva para evitar recaídas.
Vivir sin vesícula biliar
La extirpación de la vesícula permite llevar una vida normal, aunque las personas intervenidas deben moderar el consumo de grasas, ya que su digestión puede volverse más lenta. En casos raros, pueden experimentar diarrea o náuseas, pero estos efectos son poco frecuentes y manejables.
Los expertos destacan que una dieta sana y equilibrada es clave tanto para prevenir problemas biliopancreáticos como para mantener la salud digestiva tras una intervención quirúrgica.
El aumento de problemas biliopancreáticos refleja cambios sociales como el sedentarismo y la obesidad. Adoptar hábitos saludables y controlar factores de riesgo son esenciales para mitigar el impacto de estas patologías en la población.