Hoy: 23 de noviembre de 2024
El ministro de Exteriores de la Autoridad Palestina, Riad al Maliki, ha solicitado ante el Consejo de Seguridad de la ONU “protección internacional”, ya que considera que lo que ocurre en la Franja de Gaza no puede describirse como una “guerra”, sino que se trata de “una carnicería que nadie puede justificar” y a la que es necesario poner fin.
“Israel ha matado a más de 15.000 palestinos. No perdieron la vida, se la quitaron”, ha sentenciado el jefe de la diplomacia palestina, al hacer balance de un nivel de víctimas que avanza “a un ritmo sin precedentes en la historia moderna”, como ya han advertido en alguna ocasión también responsables de Naciones Unidas.
“Necesitamos una acción internacional que termine con la impunidad para impedir que se repitan crímenes que ocurren de forma diaria y a plena luz del día”, ha señalado Al Maliki durante su discurso en el Consejo de Seguridad.
El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, ha considerado “impactante” que el Consejo de Seguridad o “cualquier otro órgano de Naciones Unidas “aún no haya condenado” los “salvajes crímenes de Hamás”, una acción “no provocada” y de “pura maldad”.
Erdan ya había cuestionado el papel de la organización e incluso de su secretario general, António Guterres, y ha recordado las masacres sufridas por el pueblo judío, como en la Alemania nazi, y ha señalado que, a día de hoy, hay “organizaciones terroristas que siguen sus pasos”.
António Guterres, señalado por Israel, insiste en la necesidad de poner el foco en lo que ha descrito como una “catástrofe humanitaria” y, aunque ha celebrado que la actual pausa humanitaria ha facilitado la entrada de ayuda en la Franja, ha llamado a seguir brindando asistencia a un territorio en el que el 80 por ciento de la población ha tenido que abandonar sus hogares.
El paso de Rafá, que conecta la Franja con Egipto, es por ahora el único punto de entrada de esta ayuda, pero Guterres considera que no basta. Por ello, plantea la posibilidad de abrir nuevas vías de acceso, como el paso de Kerem Shalom, cuya gestión depende de las autoridades israelíes.
El máximo responsable ha aplaudido la liberación de varias decenas de rehenes en los últimos días, pero ha reclamado la entrega “inmediata” e “incondicional” de todas las personas que siguen en manos de las milicias palestinas. También ha denunciado los abusos cometidos por Hamás en sus ataques, con una alusión específica a los casos de violencia sexual.