No es una película y aquí como en pocas ocasiones se puede afirmar que la realidad supera la ficción. Es un hecho que cobra fuerza pese a ser lo más macabro y vil que pueda caber en la cabeza. La diversión llevó a Sarajevo a ricos y relevantes personajes de numerosos países del todo el mundo, entre ellos España, para participar en ‘cacerías humanas’. Era una diversión por la que pagaban y a cambio podían matar a hombres, mujeres, ancianos o niños. No había distinción. Solo crueldad.
Durante la guerra de Bosnia en los años 90, Sarajevo vivió uno de los asedios más crueles de la historia reciente. Sin embargo, más allá del conflicto armado, una investigación reciente ha sacado a la luz un macabro fenómeno: ciudadanos adinerados de varios países europeos y de Norteamérica habrían pagado para participar en lo que se conoce como los “safaris humanos”.
Estos millonarios, amantes de las armas y cercanos a círculos de extrema derecha, contrataban milicias serbobosnias para ser escoltados hasta las colinas que rodeaban la ciudad y disparar contra civiles. Lo ha revelado ahora el escritor italiano Ezio Gavazzeni (Milán, 1959), y su denuncia ha llevado a la Fiscalía de Milán a iniciar un procedimiento penal por homicidio con los agravantes de motivos abyectos y crueldad, según una entrevista que publica el diario El Mundo.
Según la investigación llevada a cabo por el periodista italiano, respaldado por el exmagistrado Guido Salvini y la exalcaldesa de Sarajevo, Benjamina Karic, el coste de este macabro entretenimiento podía oscilar entre 80.000 y 100.000 euros por participar, aumentando si el objetivo eran niños. Los vuelos se organizaban desde Trieste a Belgrado mediante la aerolínea serbia Aviogenex, lo que permitía a estos clientes de élite trasladarse hasta la ciudad sitiada con relativa facilidad.
Documentales como Sarajevo Safari de Miran Zupanic, estrenado en 2023, recogen testimonios que dan pistas de la participación de ciudadanos de Alemania, Francia, Rusia, Canadá, Estados Unidos e incluso España. La magnitud de estos hechos, hasta ahora impune, plantea un grave desafío ético y judicial: ¿cómo es posible que estos crímenes de lujo hayan quedado olvidados durante décadas?
En España, la portavoz adjunta de Sumar y dirigente de Comuns, Aina Vidal, ha solicitado al Gobierno que actúe para esclarecer si hubo ciudadanos españoles implicados en los “safaris humanos”. En preguntas registradas ante el Congreso, Vidal cuestiona si el Ejecutivo tiene conocimiento de estos hechos y si prevé impulsar acciones legales que permitan investigar la participación española.
El caso ha llamado la atención de la Fiscalía de Milán, que ha abierto la primera investigación en Europa sobre estos crímenes. La denuncia no solo apunta a la existencia de empresarios italianos, sino que también advierte de la posible implicación de millonarios de otros países. Para Vidal, es fundamental que España no se mantenga al margen de esta investigación y que se busque la verdad, para reconocer a las víctimas y llevar ante la justicia a quienes pudieron financiar la violencia.
El debate pone sobre la mesa una cuestión incómoda: el peso del dinero y el privilegio frente a la ética y los derechos humanos. Mientras los tribunales italianos avanzan en la investigación, el país y la comunidad internacional siguen preguntándose si ciudadanos españoles realmente estuvieron dispuestos a pagar por disparar a civiles en Sarajevo, un capítulo siniestro que todavía necesita respuestas claras.