Hoy: 26 de febrero de 2025
En un acontecimiento histórico para la exploración espacial, el módulo de aterrizaje Odiseo de Intuitive Machines ha logrado aterrizar de manera controlada en la Luna el pasado 21 de febrero, convirtiéndose así en la primera nave espacial privada en lograr esta hazaña. Aunque el aterrizaje no fue sin incidentes y el módulo se encuentra volcado y de lado en la superficie lunar, los responsables de la misión aseguran que está «vivo y coleando».
Este hito marca el primer aterrizaje suave de Estados Unidos en la Luna en más de medio siglo, con los controladores de vuelo manteniendo comunicación y control sobre el módulo de aterrizaje, que se alimenta con energía solar y presenta una buena telemetría. La compañía responsable de la misión, contratada por la NASA para enviar demostradores tecnológicos y científicos al suelo lunar, está evaluando cómo la posición actual del módulo podría afectar los objetivos de la misión.
Sin embargo, durante el proceso de aterrizaje, un instrumento crucial no pudo ser desplegado debido a complicaciones en el sistema de navegación interno de la nave. Se trata de EagleCam, diseñado por estudiantes de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle (ERAU) con el objetivo de capturar imágenes del aterrizaje desde una distancia de aproximadamente 30 metros sobre la superficie lunar.
La ERAU explicó en un comunicado que las complicaciones en el sistema de navegación interna de Odiseo, específicamente relacionadas con el parche de software para incluir la carga útil NDL de la NASA, llevaron a la decisión de apagar EagleCam durante el aterrizaje y no desplegarlo durante el descenso final de Odiseo.
A pesar de este contratiempo, tanto los equipos de Intuitive Machines como de EagleCam planean desplegar el instrumento y capturar imágenes del módulo de aterrizaje en la superficie lunar mientras continúa la misión.
El objetivo principal de la misión era entregar cargas útiles de la NASA y clientes comerciales cerca del cráter Malapert A en la región del polo sur lunar. Esta área es de gran interés debido a la creencia de que su terreno lleno de cráteres podría contener recursos de hielo de agua, potencialmente útiles para futuras misiones tripuladas. La NASA contrató a Intuitive Machines para el envío de su instrumental a la Luna, marcando así el inicio del programa CLPS (Comercial Lunar Payload Service).
Entre las cargas útiles de la agencia espacial se encuentran sistemas de cámaras diseñados para documentar las columnas de polvo levantadas durante el aterrizaje, una radiobaliza de navegación experimental, un indicador de combustible por radio, un telémetro láser, un conjunto de reflectores láser y un sensor para estudiar el entorno de plasma de electrones de la luna.
Los datos recopilados por estos experimentos podrían ser cruciales para la planificación de futuros aterrizajes lunares tripulados, como parte del programa Artemis de la NASA, que tiene como objetivo iniciar misiones en 2026.