Icono del sitio FUENTES INFORMADAS

Descubren nuevos métodos para frenar el avance de las infecciones por bacterias

Bacterias en una superficie de vidrio / EP

La falta de conocimiento sobre las señales que activan los receptores bacterianos dificulta el desarrollo de métodos efectivos para bloquearlos

Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), realizado en Granada, ha revelado nuevos métodos para frenar el avance de las infecciones bacterianas, como parte de los trabajos que lleva a cabo la comunidad investigadora internacional en la búsqueda de herramientas innovadoras para combatir bacterias patógenas.

Las bacterias necesitan adaptarse a diferentes entornos para poder sobrevivir y, por ello, emplean receptores bacterianos con el fin de ajustar su fisiología y garantizar su supervivencia en entornos cambiantes, según ha informado el CSIC en una nota de prensa este lunes.

Un equipo multidisciplinar de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC), en colaboración con el Laboratorio de Estudios Cristalográficos del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT-CSIC) y la Ohio State University en Estados Unidos ha identificado una gran familia de receptores bacterianos con características comunes.

Concretamente, han comprobado que tienen la capacidad de unirse a las purinas, un tipo de moléculas orgánicas, mediante “un patrón específico conservado en las proteínas bacterianas”. Incluyen productos de la degradación de ácidos nucleicos y compuestos vegetales como la cafeína y la teofilina.

Nuevas vías para combatir infecciones bacterianas

Este avance, publicado en la revista científica Nature Communications, podría “abrir nuevas vías para el desarrollo de métodos para combatir las infecciones bacterianas, al interferir en estos receptores”.

Una de las estrategias que se utilizan para combatir bacterias patógenas consiste en bloquear las señales que disparan la virulencia, es decir, “evitar que las bacterias activen los mecanismos que les permiten infectar y dañar al huésped”.

Este proceso se basa en intervenir en el funcionamiento de los receptores de estas bacterias. Sin embargo, la falta de conocimiento sobre las señales que activan los receptores bacterianos dificulta el desarrollo de métodos efectivos para bloquearlos, y, por tanto, impedir la virulencia. De ahí la importancia de este trabajo.

Mediante una combinación de técnicas de biología estructural, bioinformática, bioquímica de proteínas y microbiología, los autores de este estudio muestran que la superfamilia identificada incluye más de 6.300 receptores que se encuentran muy extendidos en numerosas especies bacterianas, incluyendo aquellas que son patógenos de humanos y plantas.

Salir de la versión móvil