Hoy: 23 de diciembre de 2024
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bergen en Noruega confirma que las mujeres que han tenido una cesárea tienden a tener más problemas para volver a concebir que las mujeres que han tenido un parto vaginal.
“Muchos de estos estudios han utilizado intervalos entre embarazos para medir la fertilidad de las mujeres. Sin embargo, una medida del intervalo entre embarazos no puede distinguir entre un retraso voluntario e involuntario en el embarazo”, explica la investigadora Yeneabeba Sima de la Universidad de Bergen.
Utilizando datos del Estudio de Cohorte de Madres, Padres e Hijos de Noruega (MoBa) vinculado al Registro Médico de Nacimientos de Noruega (MBRN), Sima y otros investigadores evaluaron la fertilidad de las mujeres preguntando sobre la planificación del embarazo. “Para aquellas que intentaron activamente tener un bebé, examinamos el tiempo que les llevó concebir. Si lo habían intentado durante un año o más antes de quedar embarazadas, se consideraba que tenían una fertilidad reducida”, dice Sima.
Los investigadores examinaron las diferencias en el tiempo dedicado a intentar concebir entre 42.379 participantes, de los cuales, todos tenían al menos un nacimiento registrado previamente. Los resultados indicaron que las mujeres con una cesárea previa tenían un 10 por ciento menos de posibilidades de concebir su próximo embarazo.
“En nuestro estudio, las mujeres con dificultad para concebir tienen una mayor prevalencia de complicaciones en el embarazo. También hay una mayor prevalencia de problemas de salud crónicos como diabetes mellitus y presión arterial alta entre estas mujeres. Sin embargo, el mayor riesgo de tener una cesárea todavía existía para las mujeres que no tenían estos problemas de salud”, señala Sima.
Estudios anteriores concluyeron que la reducción de la fertilidad después de una cesárea podría ser un efecto secundario de la operación quirúrgica. Sin embargo, Sima sugiere que hay otros factores de riesgo subyacentes que podrían contribuir tanto a la reducción de la fertilidad como a la cesárea.
“El estrés materno podría ser una explicación razonable que conecta los desafíos para concebir y un riesgo elevado de dificultades laborales, lo que en última instancia conduce a una mayor probabilidad de cesárea”, explica Sima, quien afirma que sus hallazgos sugieren que la capacidad reducida observada para concebir después de una cesárea puede estar relacionada con condiciones maternas subyacentes que no están registradas en los datos o que aún no han surgido clínicamente.