La artista Mónica Naranjo, que celebra 30 años sobre los escenarios con su gira Greatest Hits por España. La cantante ha asegurado que «nunca jamás» ha tenido problemas en la industria musical por ser mujer y que el «verdadero empoderamiento» es trabajar «incansablemente».
«Nunca jamás he tenido problemas en la industria por ser mujer. Nunca. Lo único que he hecho a lo largo de estos 30 años ha sido trabajar incansablemente, para mí, ahí está el verdadero empoderamiento. Por sus logros los conoceréis (…) Da igual, al final es concentrarte, trabajar, toda tu energía enfocarla en lo que quieres hacer y en lo que debes. Oye, me acuerdo cuando tenía 16 años existían las Mama Chicho. La mujer siempre se ha expuesto como quería. En el pasado, ahora también. Antes se enseñaban los pechos y ahora se enseñan las pompas», ha explicado la artista en una entrevista con Europa Press.
Así, ha lamentado que en la actualidad «todo» está «polarizado». «No entiendo dónde está el rol, no entiendo cuál es el problema, hacia dónde vamos. No lo entiendo porque yo nunca he vivido el acoso de nadie. En la sociedad actual tenemos una gran gama de grises que no estamos viendo. Todo se está polarizando y se está utilizando, a la gente la están utilizando y no se están dando cuenta. Me duele porque es una lástima y se utiliza a la gente sin que se den cuenta», ha añadido.
«Tengo como tope finales de 2026. A partir de ese momento voy a dejar los escenarios durante mucho tiempo. Voy cerrando las etapas para no estresarme, para no ponerme nerviosa de la responsabilidad. Eso es lo que estoy haciendo. Al final el orden es el principio de la disciplina y a mí me gusta ser disciplinada», ha detallado Naranjo sobre una posible pausa en su carrera.
La artista ha asegurado que esta gira aniversario no le da vértigo, al contrario, le da «alegría» porque poder vivir de la música es «un milagro». «No me da vértigo, alegría ¿Estar 30 años en este negocio? Es un milagro ¿Poder decir que te ganas la vida con la música? Bendiciones (…)», ha añadido.
Sin embargo, cuando echa la vista atrás, Naranjo reconoce la «inocencia» de cuándo comenzó con 18 años, lo que le hacía verlo como un «juego», pero ahora le sigue quedando «la ilusión».
«Al principio es un juego. Aunque la vida sea un juego, cuando tienes 18 años el juego es mucho mejor, porque desconoces muchas cosas. Está la perseverancia, el hambre… Si no duermes no pasa nada. Fluir no se fluye, aceptar, ¿qué cojones significa eso? Y cuando llegas a los 50 dices ‘no, hay que aceptar y fluir, porque cuando sueltas es cuando se hace magia'», ha concluido Mónica Naranjo.