El presidente de Argentina, Javier Milei, se fue aplaudido de la Bolsa de Comercio donde brindó un discurso con los datos que revelaron las principales encuestadoras argentinas. Todas las consultoras coinciden en que, en diciembre, antes de las fiestas de fin de año, el mandatario recuperó el caudal de apoyo que había perdido durante el segundo semestre de este año.
Cerca del 60% de los encuestados en las grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba y Rosario, tiene una percepción buena o muy buena de su gestión. En paralelo, admiten que es necesario el sacrificio y el ajuste.
Milei cierra su primer año de mandato con una imagen pública fortalecida, con un nivel de apoyo ascendente y una perspectiva optimista del futuro económico del país, según las encuestas que son rechazadas por los dirigentes sociales y de la oposición que hacen hincapié en los índices de pobreza.
En tanto, el tipo de cambio permanece estable, con caída en las cotizaciones libres del dólar, y una inflación con tendencia a la baja. Sin embargo, se contrajo el consumo.
El repunte de Milei contrasta con la tendencia de pérdida de capital político que experimentaron sus predecesores en el mismo período de gestión. Tanto Mauricio Macri como Alberto Fernández terminaron su primer año con niveles de aprobación similares (55 %), pero con caídas significativas en popularidad.
Los datos reflejan una percepción positiva sostenida en diversos sectores del electorado, con un diferencial que marca la mayor brecha favorable del oficialismo en los últimos meses.
Además, la percepción de los argentinos sobre la situación actual y futura del país alcanzó niveles máximos durante el primer año de gestión de La Libertad Avanza. Según los resultados del informe, el 52 % de los encuestados considera que el país está en una mejor posición en comparación con el año pasado, lo que representa un aumento de 6 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
Otros datos significativos en la opinión pública dada a conocer son los que reflejan variaciones regionales notables: el apoyo oficialista alcanza su punto más alto en el interior de Buenos Aires, donde el 54 % de los encuestados se inclina hacia el gobierno. En la Patagonia, en cambio, el respaldo es más bajo, situándose en un 31 %.
Por otro lado, un 17 % de los participantes señaló no identificarse ni con el oficialismo ni con la oposición, mientras que un 1 % prefirió no responder.