Milei, Elon y la “revolución” de los empresarios

19 de noviembre de 2024
6 minutos de lectura
Elon Musk y Javier Milei en Nueva York
Elon Musk y Javier Milei en Nueva York | Fuente: Europa Press

Si la administración de Mauricio Macri fue el “gobierno de los CEO”, la del actual presidente es la de los dueños

El presidente Javier Milei suele citar el libro “La Rebelión de Atlas” de la escritora ruso-norteamericana, Ayn Rand, entre sus lecturas favoritas. Tal vez haya que ir a hurgar en esta novela de los años 50 para obtener algunas pistas sobre hacia dónde va el Gobierno. El espíritu de este manual del individualismo parece estar presente en muchas de las acciones de los últimos días. Como en la novela, los empresarios poco a poco parecen estar tomando un rol más relevante en una estructura de poder en la que, en este caso con la anuencia del Presidente, son los hombres del sector privado los que encabezan la revolución para reformular el Estado.

La elección Alec Oxenford, responsable de la creación de OLX y LetGo, dos empresas que alcanzaron la cocarda de superar los US$1000 millones de valuación (“unicornios”, como se los denomina en la jerga financiera) como nuevo embajador en los Estados Unidos es un ejemplo, pero no el único. Cerca del Presidente gravitan otros emprendedores exitosos, que supieron crecer lejos del brazo del Estado y pese a las trabas que en los últimos años hicieron de la Argentina uno de los países con peor clima de negocios de la región: Eduardo Bastitta (Plaza Logística y +Colonia), Sebastián Braun, Gonzalo Tanoira (San Miguel), Demian Reidel, y Marcos Galperin, son algunos de ellos.

No habría que descartar que hasta se animen a participar de alguna lista en las elecciones de 2025. El propio canciller, Gerardo Werthein, aunque con un currículum más intrincado y un recorrido más errático, también es un hombre que acumula una extensa fortuna por su actividad en el sector privado. Si el Gobierno de Mauricio Macri –que también en alguna ocasión llamó a sus seguidores a leer la novela de Rand– fue el “gobierno de los CEO”, el de Milei es el de los dueños.

9000 kilómetros de rutas

Muchos de estos emprendedores son liberales de la primera hora y, además, impulsores de la dolarización de la economía. ¿Buscará dolarizar Milei en algún momento? En el mercado no se termina de descartar. En el corto plazo, se espera una unificación de los tipos de cambio, aunque se sostendrían los controles por un tiempo más. La reciente decisión del equipo económico de no incorporarle al dólar tarjeta un impuesto adicional, una vez que se quite en diciembre próximo el impuesto PAIS, también va en esa línea. “El mensaje de que no se reemplace el PAIS es conceptual y de confianza en que así funciona bien”, explicó una fuente del equipo económico. “De todas maneras, se mantendrá la percepción de Ganancias y seguirá siendo un 30% más caro que el oficial”, apuntó.

Pero, como sucedió hasta ahora, los detalles se irán definiendo sobre la marcha. Parte del éxito del plan Caputo reside en gran medida en que su ejecución se fue armando sobre el terreno. Entre los analistas, no hay quien no reconozca a esta altura los éxitos del equipo económico. El descenso del riesgo país y la baja de la tasa de interés en pesos está llevando a que muchas empresas y provincias se apuren por emitir deuda. “En la Argentina nunca se sabe cuánto duran las ventanas de oportunidad”, admiten desde una empresa en la que están buscando crecer vía alguna adquisición.

Santa Fe, en tanto, saldrá la semana que viene con un bono a 36 meses –un plazo que no se veía desde hace tiempo en el mercado–, que ajusta por tasa Badlar, por $50.000 millones para financiar obras de infraestructura.

Estados Unidos: un modelo inspirador

El nuevo gobierno de los Estados Unidos podría adoptar un modelo similar al de Milei, bajo la inspiración de Ayn Rand. Donald Trump, empresario, eligió a Elon Musk, el emprendedor más exitoso del mundo, para que se encargue de transformar el Estado. Lo hará junto con Vivek Ramaswamy, otro self-made entrepreneur del mundo farmacéutico, de 39 años.

La tarea de Oxenford en Washington será desafiante. La buena relación del presidente, Javier Milei, con Trump, pero también con Musk, abre puertas. Pero hay muchas para tocar. La principal expectativa del equipo económico, que por estos días celebra los buenos resultados financieros y cambiarios del plan, pasa por que Estados Unidos interceda a favor de la Argentina –una vez más– en el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El ministro, Luis Caputo, había prometido desde el comienzo de la gestión que conseguiría fácilmente fondos frescos para avanzar en el levantamiento del cepo. Esa promesa está pendiente. El FMI no fue hasta ahora lo flexible que pensó que sería. Pero ahora aparece un aliado clave en la negociación: el recientemente designado secretario de Estado de Trump, Marco Rubio.

“El presidente Biden debería usar la influencia de los Estados Unidos en el FMI para ayudar al presidente Milei a reestructurar su deuda”, escribió en diciembre de 2023 Rubio. Habrá que ver si los otros países miembros del directorio –España, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Brasil, y Japón, entre otros– acompañan.

Nuevos horizontes con EE UU

Más allá del FMI, hay otras oportunidades que se abren con la victoria de Trump, que podrían terminar de indicar cuán generoso es el presidente norteamericano con su amigo Milei. Es importante que lo convoque, como esta semana, como uno de los principales oradores de la Conferencia de Acciones Política Conservadora (CPAC), en Palm Beach. Pero fue Trump el que en su momento decidió subir los aranceles al biodiésel, al acero y al aluminio argentinos. De ahí que muchas industrias, como la aceitera o la limonera, estén pendientes por estas horas de quién será el hombre elegido por Trump para la Secretaría de Comercio (el Trade Representative). Los nombres que suenan son el del Robert Lighthizer, que ocupó ya el cargo en la primera presidencia del empresario republicano, y el de Jamieson Greer, su ex-jefe de gabinete. Ambos, duros.

Pero con Trump con mayorías en las dos cámaras legislativas, ahora la Argentina también podría aspirar a que el amigo Elon interceda para que el Congreso destrabe dos pedidos históricos del país: la reincorporación de la Argentina al sistema general de preferencias (SGP), que le permite a una cantidad de pymes ingresar sus productos a los Estados Unidos sin aranceles, y la admisión de las compañías locales como proveedoras en el marco del Inflation Reduction Act (IRA), sobre todo, en lo que hace a minerales estratégicos. Esto último también reduciría los costos con los cuales, por ejemplo, el cobre o el litio que se extraiga del Norte argentino ingresarían al mercado norteamericano.

La minería es uno de los motores con los que espera contar el Gobierno, y es la gran apuesta de los gobernadores cordilleranos. La mayoría de los caudillos estará viajando del 9 al 13 de diciembre a Bruselas para participar en la Semana de las Materias Primas organizada por la UE. Los acompañará además el secretario de Minería, Luis Lucero. La Argentina es el invitado especial del evento.

Empresarios del poder: entre el pragmatismo y la política

Como en La Rebelión de Atlas está presente el personaje de James Taggart, en la Argentina de Milei también hay lugar para los empresarios que en todas las gestiones aprendieron a hacer buenas migas con los mandamases del Estado. En la cena que se organizó el miércoles de esta semana para financiar a la Fundación Faro, del espacio libertario, la mesa principal, en la que estaba el ministro de Economía, Luis Caputo, estaba ocupada también por empresarios como José Luis Manzano; hombre de mil batallas. La completaban Marcelo Mindlin (Pampa Energía) y Eduardo Elsztain (IRSA), entre otros.

Los empresarios debían pagar US$20.000 el cubierto, pero luego en función de la mesa, el precio podía subir. Al entrar en el Yacht Club de Puerto Madero, no sólo había mesas numeradas, sino que cada lugar también estaba preasignado con letras. Obedientemente, todos se quedaron hasta bien entrada la medianoche. Pero porque el primer plato no se sirvió hasta pocos minutos antes de las doce de la noche. Y es que el discurso de Milei duró 1 hora 45 minutos.

El monólogo de John Galt, el personaje de “La Rebelión de Atlas” que llama a la huelga contra el Estado opresor, se extiende por 60 páginas. Para muchos, un poco largo. Pero no por ello menos motivador. Todos los empresarios aplaudieron, sin más. Ahora los revolucionarios son ellos.

* Por su interés reproducimos este artículo firmado por Florencia Donovan publicado en La Nación

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