Alemania gira hacia la estabilidad y lo hace con una alianza conocida: conservadores y socialdemócratas han pactado una nueva gran coalición, que situará al líder democristiano Friedrich Merz al frente del Gobierno como nuevo canciller.
Después de semanas de negociaciones, CDU, SPD y su socio bávaro CSU han confirmado el acuerdo definitivo. Los líderes comparecerán esta tarde en Berlín para anunciar los detalles del reparto de carteras y líneas clave del programa de gobierno, según una información de Europa Press.
Aunque tanto CDU como SPD descartaron esta fórmula durante la campaña, la aritmética parlamentaria y el objetivo común de frenar el avance de la ultraderecha han empujado a ambas formaciones a reeditar la «Grosse Koalition», como ya sucedió durante la era Merkel.
Con este acuerdo, se busca dar estabilidad institucional durante los próximos cuatro años, evitando bloqueos y apostando por una hoja de ruta moderada en lo económico y firme en lo europeo.
El canciller saliente Olaf Scholz ha confirmado que no formará parte del nuevo Ejecutivo, aunque sí mantendrá su escaño como diputado. Su figura sigue pesando en el SPD, pero su paso a un rol secundario marca una nueva etapa para los socialdemócratas.