El número viviendas turísticas ha crecido un 270% en la ciudad, con una particular incidencia en sus barrios históricos
Más de un centenar de personas se han manifestado este domingo en el Mirador de San Nicolás de Granada para exigir al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía que impongan “límites al turismo de masas” que “desborda” el Albaicín. Los manifestantes buscan evitar que este barrio, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, “se convierta en un triste decorado”.
Según ha indicado la plataforma Albayzín Habitable en su manifiesto, expuesto en la concentración, “en los últimos años el barrio ha sufrido una rápido deterioro”, pues “según datos del Instituto Nacional de Estadística, en tan solo una década el número viviendas turísticas ha crecido un 270% en la ciudad de Granada, con una particular incidencia en sus barrios históricos”, ha surbrayado. Así ha recordado que “en la memoria del Plan Especial Albaicín-Sacromonte publicada en 2023 se alertaba ya de un decrecimiento acelerado de población”.
En este sentido, ha advertido que los edificios donde antes vivían varias familias “se vacían casa por casa hasta quedarse deshabitados y los cármenes se renuevan a toda prisa y se trocean en pequeños apartamentos para multiplicar su valor especulativo”. Además, ha recalcado que los pequeños comercios que permitían la vida diaria “desaparecen por no poder hacer frente al precio disparado de los alquileres o porque la zona ya no quedan residentes”.
De igual forma, la plataforma ha criticado que vecinos que llevaban décadas viviendo en el Albaicín cuando era un lugar abandonado y en ocasiones peligroso, “son ahora expulsados a la periferia, y alejados del paisaje urbano y social en el que pasaron toda su vida”.
En este contexto, ha incidido en que la especulación inmobiliaria y la masificación turística también afecta al espacio público. “Resulta imposible caminar por las calles, grupos desmesurados de turistas bloquean la entrada a las viviendas y los principales accesos al barrio, y se monopolizan y privatizan los autobuses urbanos que pagamos entre todos”, ha lamentado.
Al hilo de lo anterior, ha manifestado que el “deterioro agudo y generalizado” forma parte de un fenómeno que afecta a “otras ciudades de España y del mundo, como Sevilla, Ámsterdam, Tenerife, Madrid o Nueva York”. “Esto es un gran movimiento global de resistencia ciudadana que pide límites inmediatos a los excesos de la industria turística”, ha resaltado para expresar que “si actuamos de forma coordinada, las autoridades y los agentes turísticos no tendrán más remedio que escucharnos”.
Entre sus demandas está “reforzar los equipos de inspección municipal, para acabar con las viviendas turísticas ilegales y sancionar su promoción en webs de alquiler vacacional” así como “revocar licencias ya concedidas cuando no cumplan los requisitos legales de habitabilidad”. Además de “regular el precio del alquiler” y que se declaren zonas del Albaicín y otros barrios de Granada afectados por la turistificación como “mercado residencial tensionado”.
Asimismo, los manifestantes han exigido “limitar a 90 días al año que una vivienda completa pueda alquilarse a turistas para estancias de corta duración en zonas saturadas”. Así como un plan de inversión en vivienda pública que “incluya la rehabilitación municipal de viviendas en mal estado del barrio y garantice por ley su posterior uso residencial”.
Con respecto a las inversiones extranjeras en la zona, han propuesto “la implementación de una impuesto adicional a la compraventa para inversores extranjeros” con el objetivo de “evitar la compra masiva de inmuebles para uso especulativo y la subida descontrolada de precios”. Igualmente, han planteado crear una tasas turística de “tres euros por persona y noche para compensar los recursos públicos destinados al turismo”.
Por último, han manifestado la “necesidad” de reducir el tamaño de los grupos de turistas “para garantizar la seguridad de los ciudadanos” proponiendo que “reducir a 15 el número máximo de personas por grupo de visitantes”, así como “actualizar la normativa para impida que los grupos de turistas ocupen por entero los autobuses urbanos”.
“Tender puentes de diálogo para la conciliación”
El Presidente y miembros de la Asociación de Apartamentos, Viviendas Turísticas, y Alojamientos Rurales de Granada (Avitar Granada), Antonio Jesús Castillo, también ha acudido a la concentración, donde ha indicado que “hay que tender puentes de diálogo y buscar puntos de encuentro con todos los movimientos sociales e instituciones que estén relacionadas con el sector turísticos en esta provincia”.
En este contexto, ha destacado que el sector turístico es “clave” en Granada, siendo “la primera y única industria de la que vive Granada y esta provincia”. “Toda industria motor de la economía genera distorsiones que entre todos debemos de conciliar”, ha verbalizado. Así ha indicado que los índices de paro y de precariedad laboral, “hacen que el sector turístico sean fundamentales para esta provincia y no debemos buscar el rechazo del visitante a venir a Granada si no todo lo contrario”.
Por último, Castillo ha indicado que han departido con miembros de esta plataforma Albayzín Habitable “sus demandas y creemos que en muchas de ellas estamos de acuerdo y podríamos colaborar a buscar soluciones ante las instituciones para mejorarlas”. No obstante, ha concluido indicando que han echado en falta la participación de los comerciantes, los restaurantes, los responsables de los tablados flamencos o los propietarios de viviendas del Albaicín a favor de este movimiento.
Nueva regulación de los pisos turísticos
Esta misma semana un decreto firmado por la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, del PP, ha activado la innovación de la normativa urbanística para la regularización de los pisos turísticos en la ciudad de la Alhambra, un proceso en el cual, desde que sea aprobado inicialmente por el Pleno, en principio en julio, estará suspendida la concesión de nuevas licencias para estas viviendas hasta su aprobación definitiva.
Preguntada en rueda de prensa por los periodistas sobre la concentración por un turismo sostenible convocada por esta plataforma vecinal, la alcaldesa dijo respetarla y pidió a estos vecinos que se sumen a este proceso, llamándoles a su vez “a la tranquilidad”. Desde Albayzín Habitable contestaron que la medida anunciada por el Ayuntamiento “es un tímido paso en la buena dirección”, esperando sin embargo que el proyecto municipal “sea mucho más ambicioso”.
“No se trata solo de congelar la concesión de licencias y mantener la situación desesperada a la que hemos llegado, sino de corregirla”, reduciendo “el número de viviendas turísticas que hay actualmente porque el barrio se está muriendo”. Abiertos a la colaboración, han llamado también al cumplimiento de una normativa que han detallado que determina que el tamaño máximo de los grupos de turistas es de 30 personas si bien han asegurado ver algunos de hasta “60 o 70 bloqueando” calles del barrio.
“Según la normativa, no se pueden usar altavoces, y sin embargo hay algunos guías (no todos, desde luego) que los usan sin que pase nade. Por no hablar de los cientos de viviendas turísticas ilegales que operan por toda la ciudad”, han agregado.