Hoy: 24 de noviembre de 2024
Más de 100.000 personas han tomado este fin de semana las calles de México para protestar contra las leyes que restringen las facultades del Instituto Nacional Electoral (INE) del país, el órgano que fiscaliza la transparencia de los escrutinios.
Los manifestantes se aglutinaron en la capital vestidos con tonos rosa, el color oficial de la citada entidad electoral. Y expresaron así su rechazo a una de las medidas que pretende implementar el Gobierno comunista de Andrés Manuel López Obrador, y que está considerada una amenaza para la democracia del país azteca.
Los manifestantes argumentan que las modificaciones introducidas en las normas de votación atentan contra la garantía de elecciones libres y justas en México, que celebrará elecciones a la presidencia del país dentro de varios meses.
Aseguran los manifestantes que las leyes recién aprobadas reducirán el personal del INE, castigarán su autonomía y limitarán su capacidad para sancionar a los políticos que violen el estatuto electoral.
López Obrador, el todavía presidente de México, respalda dichas medidas. Según él, con ellas se ahorrará millones de dólares y se mejorará el sistema de votación.
Sin embargo, los manifestantes consideran que estas acciones debilitarán uno de los pilares fundamentales de la democracia y que en ellas subyace un intento comunista de seguir gobernando el país fracturando la democracia.
Al grito de “¡Yo confío en la corte!”, los manifestantes no dudaron en expresar su apoyo al Tribunal Supremo de Justicia de México, al que se espera lleguen numerosas impugnaciones contra las citadas modificaciones legales en los próximos meses. Es el último bastión frente a los modos teocráticos de López Obrador.
“Yo pagué mis propios gastos y mi estancia, pero no me pesa: haría eso y más por mi país”, confiesa Marta Ofelia González, de 75 años, quien voló hasta la capital desde Mazatlán, en el estado costero de Sinaloa, y en la protesta llevaba una visera de paja para cubrirse de un sol intenso. Como las decenas de miles de manifestantes, no quiere que se toque el INE.
Distintos analistas aseguran que el número de manifestantes refleja que muchos mexicanos están ansiosos de apoyar y defender sus instituciones y no aceptan las dictatoriales medidas que está adoptando el comunista López Obrador ante el descontento de la población.