La Delegación del Gobierno en Madrid ha diseñado un plan especial de seguridad para este fin de semana, cuando La Vuelta a España celebre sus dos últimas etapas en la región, incluida la final en la capital. El dispositivo contará con 1.500 agentes, de los cuales 1.100 serán policías nacionales y 400 guardias civiles, reforzados además por policías locales de los municipios por los que discurrirá la carrera.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, subrayó tras la reunión de coordinación que la prioridad es “reforzar la seguridad” y garantizar que la competición transcurra sin incidentes. En sus palabras, se trata de un esfuerzo para que “los ciudadanos disfruten del deporte con tranquilidad” en un contexto en el que las últimas etapas se han visto alteradas por protestas propalestinas.
Martín aprovechó también para lanzar un mensaje al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, criticando su uso del “término nostálgico de la represión” para referirse a la gestión de las protestas. “Afortunadamente en el siglo XXI las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad trabajan en favor de la seguridad y el cumplimiento de la ley”, afirmó el delegado, marcando distancia con la visión del regidor madrileño.
En la misma línea, recalcó que la Delegación del Gobierno velará por garantizar “el legítimo derecho de manifestación”, incluso en el marco de un evento deportivo de gran visibilidad internacional. “El deber de las instituciones no es reprimir, sino asegurar que la convivencia y el ejercicio de los derechos se desarrollen con normalidad”, añadió.
El delegado también dirigió un mensaje a aquellos dirigentes políticos que, según dijo, están más centrados en “la imagen que da España al mundo” que en el fondo de las protestas. Frente a esa preocupación, defendió que el país debe sentirse orgulloso de “la posición de liderazgo” que ha adoptado en la condena al “genocidio en Gaza”.
Finalmente, Martín pidió “responsabilidad” a quienes, en sus palabras, parecen más interesados en “calentar el ambiente” para luego utilizar esas tensiones como arma política. En este sentido, insistió en que las fuerzas de seguridad actuarán con proporcionalidad para evitar incidentes y garantizar tanto el desarrollo pacífico de La Vuelta como el respeto a las manifestaciones ciudadanas.