JAVIER GUTIÉRREZ CARACUEL
Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla
La señora Montero, María Jesús, fue compañera mía de clase, promoción 1984-90 de Medicina. Tras la carrera (creo que ella terminó más tarde), dejé de verla…, durante años.
Estando ya de médico adjunto del Virgen del Rocío, por el 2005, me la encontré por los pasillos de mi hospital y le pregunté qué hacía por allí. Iluso de mí pensé que a lo mejor había hecho el MIR y estaba trabajando.… «Me han nombrado subgerente», me dijo. Estaba de gerente Joseba Barroeta. Por supuesto no creo que haya visto un enfermo en su vida, pero eso ya es lo de menos.
Como la espuma fue ascendida a consejera de Sanidad y puso de gerente del SAS a José Luis Gutiérrez. Barroeta seguía de gerente, de subgerente nombraron a un tal Joaquín Torres, y de director médico a un tal Cisneros, de las peores personas que conozco (¿os acordáis de él? Ha sido paradójicamente el portavoz de este nuevo Gobierno en el asunto de la Listeriosis).
Eran tiempos convulsos en las urgencias de Andalucía. Estábamos en huelga reclamando, igual que ahora, mejoras en aspectos contractuales, dimensionado adecuado de las plantillas, mejoras en aspectos retributivos, etc.
Toda esa movida fue cercenada por aquellos absurdos y surrealistas expedientes disciplinarios que se abrieron en toda Andalucía porque no sabían cómo parar este movimiento sanitario ilusionante que solo buscaba mejorar sus condiciones de trabajo y la calidad asistencial.
A mi y a otros compañeros nos echaron literalmente del SAS amparados por un Estatuto Marco que constituye un auténtico corsé para nosotros, pues nos impide hablar y criticar lo que no funciona. Si tiráis de hemeroteca (Google) es fácil recordar todo aquello. Ocurrió en el 2007, a raíz del triste fallecimiento del joven futbolista Antonio Puerta.
Nos grabaron con una cámara oculta en donde poníamos en entredicho la asistencia sanitaria que recibió el futbolista y las carencias del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias (PAUE), órgano asesor de la consejera de Salud (Montero) para cualquier tema relacionado con las urgencias y emergencias.
Aquel día tenía que haber habido una UVI móvil en el Sánchez Pizjuán (por el riesgo previsible ante cualquier evento de salud en una concentración de tantas personas). Quizás, quien sabe, el desenlace hubiese sido distinto.
Curiosamente el director del PAUE era mi jefe directo (Servicio de Cuidados y Urgencias del Virgen del Rocío) y su mujer María Ángeles Muñoz, jefa de sección. Francisco Murillo Cabezas, íntimo de la cúpula socialista (González, Viera, Gazpar Zarrías y, por supuesto, la propia María Jesús Montero) y una de las peores personas que he conocido.
Durante seis años estuvimos luchando contra una maquinaria maquiavélica, el SAS y el PSOE Andaluz. Tuvimos que recurrir a la prensa, radio, y por supuesto a los juzgados por esa tremenda tropelía.
Finalmente lo ganamos todo en el TSJA y obligaron al SAS a pagar las costas, pero todos los implicados se fueron de rositas a pesar del daño personal, moral y económico que nos causaron. La rúbrica de aquel expediente la realizó José Luis Gutiérrez, con el beneplácito de la consejera de Salud, doña María Jesús Montero, y la connivencia de todos los actores anteriormente mencionados.
Pasó el tiempo, a María Jesús la nombraron consejera de Hacienda (yo es que alucino) y de ahí a ministra de Hacienda.
Y ahora pretende su Ministerio «castigar» financieramente a todos los andaluces por algo que no se cumplió cuando ella era la propia consejera, en el 2018.
Todo es surrealista y cínico.
Lo único importante quizás es que gracias a todo esto hoy si hay una UVI móvil en todos los estadios de Primera División.
Gracias por su lucha, no hay que mirar hacia otro lado si el problema no nos afecta a nosotros