La obesidad está vinculada con el desarrollo de más de 200 patologías, así como a múltiples complicaciones que dificultan el día a día de las personas que la padecen. El dolor articular, la dificultad en la movilidad, la fatiga o un pobre descanso nocturno son algunos de los factores que reducen la calidad de vida de los pacientes.
Es por ello, que especialistas en Endocrinología y Nutrición han reclamado el reconocimiento de la obesidad como enfermedad crónica en España, con el objetivo de optimizar la atención a los pacientes y facilitar la puesta en marcha de un plan nacional que permita la coordinación entre distintas administraciones.
La coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Irene Bretón, ha lamentado que el diagnóstico de la obesidad «pasa con frecuencia inadvertido» en los entornos sanitarios y «no consta de manera adecuada» en los registros de la historia clínica, motivos que amparan la necesidad de que la obesidad sea contemplada como enfermedad crónica, ya que esto abriría la puerta a un mejor control.
En cuanto a las acciones que favorecen esta enfermedad, entre ellos destacan una dieta inadecuada, una ingesta excesiva de alimentos de escaso valor nutricional, el sedentarismo o la falta de sueño y el estrés. Este carácter multifactorial, junto a su origen eminentemente genético, lleva a la necesidad de garantizar una atención clínica coordinada y multidisciplinar, que contribuya a su vez a una detección precoz.
En este punto, la SEEN ha detallado que los equipos que aborden esta patología deben estar formados tanto por profesionales de Endocrinología y Nutrición como por sanitarios de Atención Primaria y de las especialidades responsables del abordaje de las complicaciones, como Cardiología, Aparato Digestivo, Neumología, entre otros, y cirujanos bariátricos, dietistas-nutricionistas, psicólogos o especialistas en actividad física, entre otros.