Hoy: 21 de noviembre de 2024
El periodista británico John Haltiwanger ha escrito un artículo en el que afirma que las calificaciones escolares no recogen la verdadera capacidad intelectual de los estudiantes, por lo que los alumnos de perfil medio-bajo obtienen más éxito en la vida que los que consiguen calificaciones ejemplares, es decir, los comúnmente conocidos como ’empollones’.
Según el propio Haltiwanger, la historia ha demostrado que los alumnos que no obtienen notas brillantes en sus etapas estudiantiles no garantizan que su vida laboral sea un fracaso. Y para ello, no duda en mencionar a personajes ilustres que no eran precisamente ‘cerebritos’.
El magnate, Steve Jobs; el creador de Facebook, Mark Zuckerberg; el cofundador de Microsoft, Bill Gates; el científico e ingeniero de naves espaciales, Sergei Korolev; el dramaturgo Vladimir Mayakovsky; o el Premio Nobel de Literatura, Joseph Brodsky, son algunos de los ejemplos que el periodista emplea en su artículo.
Para el periodista Haltiwanger, la inteligencia es un término meramente abstracto que no puede medirse a través del rendimiento académico, sino que requiere de pasión, perseverancia, tenacidad y tener la capacidad de sobreponerse a los fracasos. Por eso los estudiantes con calificaciones de 5 y 6 generalmente suelen tener una elevada capacidad de liderazgo, además de ser personas sumamente creativas e incapaces de pensar de manera banal.
Unas afirmaciones avaladas por multitud de psicólogos quienes además de confirmar la tesis de que las calificaciones no reflejan la capacidad intelectual de los estudiantes, confiesan que en las aulas los profesores enseñan a los alumnos a “hacer las cosas de una determinada manera”, lo cual les impide “realizar las cosas de manera distinta” pero igualmente “válidas”.
Sin embargo esto no garantiza que el hecho de tener calificaciones discretas sea sinónimo de éxito asegurado, al igual que las calificaciones sobresalientes tampoco suponen una garantía absoluta de que vayas a llegar lejos. “Las calificaciones o notas son solo eso, unas cifras escritas en un papel”, asevera Haltiwanger.
Si bien es cierto que se estudian y aprenden muchas cosas útiles en las aulas, el conocimiento verdadero se va adquiriendo con el paso del tiempo, después de terminar las clases. Dicho de otra manera, lo que en verdad define nuestra vida es el carácter que adquirimos desde niños, las experiencias vividas y las relaciones con nuestros semejantes.