El nuevo Ejecutivo tendrá apenas unas semanas para paliar el desastre sanitario y encarrilar los programas de compra de medicamentos
MODESTO CONTRERAS
La candidata que gane el 2 de junio la presidencia de México no lo tendrá nada fácil. La nueva jefa del Ejecutivo contará con el 55% del Congreso, si bien todo apunta a que la competencia entre las dos contrincantes, Claudia Sheinbaum (del partido oficialista) y la opositora, Xóchitl Gálvez, será muy cerrada. La que gane tomará posesión el 1 de octubre, pero un mes antes se constituirá el Congreso.
Lo primero que tendrá que afrontar la nueva mandataria es a la crisis fiscal. Máxime teniendo en cuenta que los ahorros de 25 años del país se dilapidaron en los primeros dos del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (Amlo). Por ejemplo, en el segundo año se hundieron los ministerios. Esto provocó que en el tercer año de este Gobierno se tuviera que reconocer que el déficit en el ejercicio de 2024 llegaría a los 6 puntos del PIB.
La nueva presidenta, pues son dos las principales candidatas, no tendrá con quién ni con qué gobernar si a todo lo anterior se suma la destrucción de capital humano y una contracción del 27% del presupuesto real durante la actual Administración de Amlo. Y eso sin agregar los desastres económicos que sufren los ministerios de Defensa y Marina y otros organismos en los se ha invertido el presupuesto de las grandes obras.
Asimismo, la nueva presidenta tendrá que cargar con la ruina de la empresa petrolera Pemex. En este periodo de gobierno se gastaron casi 2 billones de pesos mexicanos en esta compañía, inversión que no ha deparado más producción ni una reducción de los pasivos.
Otra dificultad que tendrá que afrontar el nuevo sexenio de gobierno, es que Dos Bocas no habrá entrado en funcionamiento y por ello seguirá necesitando dinero para terminar sus obras. Lo del Tren Maya es cosa aparte, solo con las vías que ya hay del rancho de López a Tulum la sangría económica se hace más que patente y ruinosa. Un fiasco total.
El sistema de salud, por otro lado, será más complicado e ineficiente que el de antes. El Ejecutivo tendrá apenas unas semanas para intentar encarrilar de nuevo los programas de compra de medicamentos y evitar que en 2025 se reproduzcan los problemas surgidos en los seis años previos.
Del nivel de delincuencia y el crimen organizado ni habar: el futuro mandato tendrá que enfrentar más de un centenar de homicidios y desapariciones cada día. Las estadísticas indican que muchos estados están controlados por organizaciones criminales y que la lucha contra la delincuencia será muy complicada tras el periodo de Amlo.
Lo que diferencia a las candidatas a la presidencia es su sumisión o no a las políticas de Amlo. Xóchitl no tendrá ningún compromiso con los cargos salientes. Pero Sheinbaum, sí. Le será muy difícil sacudirse el alacrán. Ella es la delfín de Amlo
Las elecciones de junio no son normales. El 2 de junio se deciden décadas enteras de formas de Gobierno. Por lo tanto, que no se quede ni un solo mexicano sin opinar sobre cómo desea su futuro.