La libertad es un grito desgarrador y la verdad una forma de vida limpia, cierta y segura que hace grande al ser humano. ¿No sería mejor que cogobernaran juntas?
En muchos países, en muchas culturas, la libertad es un grito desgarrador, en otros la disfrazan y la imponen como algo real sin dejar de ser ficticio.
La libertad en nuestros hogares, en nuestras vidas es un bien, que hace que la felicidad reine en nuestro hábitat de puertas adentro.
Abre las ventanas, sal a la calle, mézclate con la gente y sonríe a ese mundo maravilloso creado para nuestro placer.
Todo se oscurece y se convierte en turbio cuando te enfrentas a tu trabajo, sobre todo cuando te hacen sentir que eres mortal y comienza la lucha.
Eres un trabajador, como tal te debes a tu cometido.
No protestas, no comentas, te limitas a cumplir y regresas los fines de semana a tu libertad.
Que gran significado y que poco cumplimiento, en ese remanso de paz donde te sientes el rey.
Cuando comienza la semana de nuevo la guardas a buen recaudo para que nadie la limite.
Pocos son los que gracias a un trabajo vocacional pueden sentirse libres y aunque no estén bien retribuidos son felices.
Por eso muchos de los que hacen que la palabra libertad se haga viral, que se den cuenta que si no se siente y si no se vive la verdad la suplirá.
¿Y qué es la verdad? Es una forma de vida limpia, cierta y segura que hace grande al ser humano. ¿No sería mejor que cogobernaran juntas?