Hoy: 22 de noviembre de 2024
El verano es la época predilecta de vacaciones y disfrute, pero también trae consigo un incremento de las infecciones en la piel, nuestro órgano más expuesto. El molusco contagioso, las verrugas y el pie de atleta destacan entre las afecciones más comunes durante esta temporada, requiriendo atención por parte de los dermatólogos.
Así lo afirma el doctor Leandro Martínez Pilar, presidente de la sección andaluza de la Academia Española de Dermatología y Venereología, y jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Regional Universitario de Málaga.
Por un lado, señala que la aparición de moluscos contagiosos es “muy frecuente” en niños, que, aunque “no tiene nada que ver directamente” con el baño, se propaga con el uso de toallas o el roce entre piel y piel de los pequeños en piscinas y playas, entre otras formas de contagio.
También traslada que es una época en la que son muy habituales las consultas por verrugas víricas, y en la que tiene relevancia el impétigo contagioso, una afección en la piel que aparece principalmente en cara, aunque también en resto del cuerpo. Esta infección da lugar a costras de un color parecido al de la miel, más frecuente en niños, pudiendo incluso “dar complicaciones tanto a nivel cutáneo como del estado general del paciente, así como a otros niveles, por ejemplo renal”, si no se diagnostica y se trata lo “antes posible”.
Es usual también en verano, añade, la pitiriasis versicolor, una infección por hongo muy común en la espalda, que aparece como “unas manchitas blancas”.
Por otro lado, se ve “bastante” en esta época del año lo que se llama como pie de atleta, una afección principalmente por hongos en los pies, la cual se observa más en estos meses de estío, debido al hecho de “que utilizamos duchas sin emplear las chanclas”, o “porque dejamos restos de humedad entre los pies”, lo cual “favorece que los hongos se desarrollen e infecten la piel”.
Apunta, eso sí, que el baño no provoca generalmente una infección directa, ya que el agua de las piscinas “suelen estar controladas” y las del mar “cuando no son salubres se cierran”. “Lo que hay son infecciones o procesos que se favorecen al estar con la piel húmeda, en contacto con piel, al andar descalzo”, entre otros ejemplos que cita el doctor Martínez.
Con todo, señala que estas infecciones “responden al tratamiento de manera adecuada y con un tiempo de respuesta normal”. Además, recuerda que las infecciones, “por suerte, no derivan en cáncer de piel en ninguno de sus casos”.
Añade Martínez que estas afecciones no se han incrementado significativamente de forma reciente, lo contrario de lo que ocurre, de hecho, con el citado cáncer de piel, cuya incidencia “se ha disparado en los últimos años” hasta el punto de convertirse en “una epidemia”, del que insiste en que casi en el 98% de los casos “se podría prevenir si se hiciera una exposición solar racional”.