Un análisis de comunidades de hormigas revela la importancia de diversificar las plantas para la bioenergía, destacando su papel crucial en la protección de los ecosistemas y la producción de combustibles más sostenibles. Este hallazgo proviene de un estudio realizado por investigadores estadounidenses y publicado en ‘Frontiers in Conservation Science’.
Los científicos compararon comunidades de hormigas en diversos sistemas de cultivo bioenergético para comprender mejor su influencia en las comunidades bióticas y sus funciones. A pesar de ser una fuente de energía renovable, el uso de biocombustibles genera controversia, ya que el cultivo de unos pocos cultivos altamente productivos como combustible puede provocar pérdidas de biodiversidad en los sistemas de cultivo de biomasa.
El estudio examinó diez sistemas de cultivo de bioenergía en un conjunto experimental en Michigan, que abarcaba cultivos anuales, sistemas perennes simples y diversos sistemas perennes. Se capturaron casi 10,000 hormigas individuales pertenecientes a 22 especies, revelando que en ecosistemas complejos, las hormigas desempeñan funciones más diversas que en sistemas simples.
La riqueza de especies fue mayor en sistemas diversos y menor en sistemas simples, y la composición de la comunidad variaba según los tipos de cultivos. Se encontraron especies de hormigas comunes en todos los sistemas de cultivo, pero las especies más raras solo aparecieron en sistemas perennes con plantas diversas.
El doctor Nathan Haan, primer autor del estudio, destaca: «Los sistemas de cultivo de bioenergía perenne, especialmente aquellos que incorporan más diversidad de plantas, dan lugar a una comunidad de hormigas diferente y más diversa que los sistemas más simples».
Los investigadores señalan que los cultivos probados tienen diferentes ventajas y desventajas para la producción de biocombustibles, algunos más productivos pero con bajo valor de conservación, mientras que otros, aunque menos productivos, ofrecen beneficios de conservación. Plantas perennes, por ejemplo, pueden ayudar a almacenar carbono bajo tierra en sus raíces, y las praderas de especies mixtas son más biodiversas.
Este estudio pretende proporcionar una base para tomar decisiones sobre qué cultivos se pueden utilizar para la producción sostenible de biocombustibles, dónde cultivarlos y cómo gestionarlos.