La zeaxantina mejora la capacidad de las células inmunitarias para combatir el cáncer

7 de septiembre de 2025
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Imagen de archivo I Freepik

Una investigación muestra que un pigmento vegetal refuerza la defensa del organismo frente a la enfermedad

Un nuevo estudio de la Universidad de Chicago sugiere que la zeaxantina, un carotenoide vegetal conocido por cuidar la vista, podría tener un papel clave en la lucha contra el cáncer. Los investigadores descubrieron que esta molécula potencia la actividad de las células T CD8+, un tipo de célula inmunitaria esencial para eliminar células tumorales.

Estas células actúan gracias a una estructura llamada receptor de células T (TCR). La zeaxantina ayuda a estabilizar y reforzar este receptor. Como resultado, las células T se activan mejor, producen más citocinas y destruyen con mayor eficacia los tumores.

Los experimentos realizados en ratones mostraron que la suplementación con zeaxantina ralentizaba el crecimiento de tumores. Además, al combinarse con inmunoterapias modernas como los inhibidores de punto de control inmunitario, los efectos antitumorales fueron mucho más fuertes que usando solo la inmunoterapia.

El equipo también probó células T humanas diseñadas para reconocer antígenos específicos de tumores. Descubrieron que la zeaxantina mejoraba su capacidad para atacar células de melanoma, mieloma múltiple y glioblastoma. La autora principal del estudio, Jing Chen, destacó que estos resultados sugieren un gran potencial para pacientes que reciben inmunoterapias.

Implicaciones y futuro de la investigación

Aunque los hallazgos son prometedores, los investigadores advierten que todavía se trata de un trabajo preliminar. La mayoría de los resultados provienen de estudios en laboratorio y con animales. Por eso, serán necesarios ensayos clínicos para confirmar si la suplementación con zeaxantina puede mejorar los resultados en pacientes con cáncer, según ha publicado Europa Press.

Este estudio también forma parte de un enfoque más amplio que explora cómo los nutrientes afectan al sistema inmunitario. Investigaciones previas del mismo grupo mostraron que ciertos ácidos grasos de origen animal también pueden estimular las células T, aunque por mecanismos distintos. Esto sugiere que tanto los nutrientes vegetales como los animales podrían ofrecer beneficios complementarios a la salud inmunitaria.

Según Chen, estos descubrimientos abren nuevas posibilidades en la inmunología nutricional, estudiando cómo compuestos naturales pueden potenciar terapias contra el cáncer. Con más investigación, la zeaxantina y otros nutrientes podrían convertirse en aliados importantes para hacer que los tratamientos sean más eficaces y accesibles.

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