La vida misma

¿Preparando el final? Por todos esos años vividos, hemos ido adquiriendo un inmenso legado de conocimientos que no están en los libros, y no necesitan titulaciones académicas, ni medallas, y casi sin darnos cuenta nos enfrentamos a la cuenta atrás de nuestras vidas, y debemos irnos preparando para partir.

Algunos quieren prolongar su existencia a toda costa, aunque estén físicamente en una situación muy deteriorada y los cuidados que necesitan estas personas sean interminables. Algunos con una visión clara de su situación y con un  criterio de amor hacia los suyos, les piden que los dejen ir.

Otros tienen la idea preconcebida que pese a quien pese desean continuar, aunque el sufrimiento se instale en sus hogares sin importarles el peso que ese deseo suponga para quienes les profesan amor y respeto, un inmenso dolor.
Nunca se sabe la fecha de partir y continuarán experimentando el deterioro físico y observando el mundo que dejarán y que compararán mentalmente, con el que conocieron al llegar a la vida.

Muchos piensan, que sus descendientes tienen la obligación de cuidarles, y más, con esa mente materialista, creen que es su obligación, pues cobrarán herencia, sea del importe que sea.

Son incapaces de ver que lo hacen solo por amor a quienes les dieron la vida.

Es así de frío, y ese concepto lo expresan algunos mayores sin ningún pudor, y el viento helado no les llega, en muchos casos y precisamente, por la entrega de los suyos, los buenos hijos.

Cuando eres joven y bello, con esa piel tersa y brillante, con esas ilusiones que hacen que te sientas grande, no piensas en el devenir de los acontecimientos, aún son una incógnita.

El mundo es tuyo y si has nacido en una familia bien estructurada, vives tu vida sin mayores contratiempos mientras continúes bajo el paraguas familiar.

Pero el tiempo fagocita tu vida día a día, mes a mes y cuando te das cuenta, surge en tu frente tu fecha de caducidad, y te estremeces cuando llega el día que no reconoces tu imagen en el espejo.

Este tiempo en el que estás como protagonista, es crucial para tu futuro, y si todo lo que has vivido no te ha enseñado, demuestra claramente que no has empleado ese regalo de la vida para unos, y para otros la peor de las ocurrencias del destino que te apuntó en la lista de la vida.

¿Aproveché el tiempo? ¿Aprendí de mis errores? ¿Los he corregido?

Siempre, las frustraciones han hecho daño a muchos que están viviendo sus peores experiencias, y piensan de forma negativa sobre su propia existencia.

Aceptarte es fundamental, quererte es muy importante para ser capaz de amar y lo mejor de todo en esta historia, es agradecer como día tras día verás esos maravillosos amaneceres que te darán valor para afrontar todas las situaciones, que por el hecho de vivir vas a tener que resolver.

Vivir es un aprendizaje constante, con situaciones de todo tipo y solamente es necesario admitir, lo que la vida te brinda. La negación de ciertas situaciones te puede arrastrar al abismo.

Existen muchas situaciones que te hacen desear tu propia desaparición, pero si has aprendido de todo lo que la vida te ha dado, y te ha quitado, piensa que todavía existes y puedes ayudar a otros contando tus propias experiencias incluso ese cúmulo de malas situaciones que te han llevado a ser, un negado de la vida.

Anular los malos rollos, es vivir, no ser ingrato con la vida es dar gracias por estar, pero cuando te niegan, retírate, por tu salud mental, para sobrevivir y ser persona entre las personas.

Deja siempre abierta la puerta de tu corazón y tu empatía a esas personas que te hicieron caer en el pozo más profundo de la soledad y que gracias a la sociabilidad podrás ser apto para este camino tan difícil que se llama vida.

Nunca se sabe si algún día nos dará lo que deseamos para hacer las paces con nosotros mismos y el mundo. Las experiencias tanto las malas como las buenas nos hacen más fuertes, para afrontar, tanto los éxitos, como los fracasos.

Vivir es un reto, por eso es tan importante hacerlo lo mejor posible. Admitir lo que nos ofrece y saber afrontar los retos con ESPERANZA.