Dormir debería ser un acto natural, casi automático, pero para muchas personas se convierte en una carrera de fondo. Incluso quienes trabajan en el ámbito de la salud, acostumbrados al estrés y a las situaciones críticas, admiten que desconectar por la noche es un reto. Ese es el caso del Dr. Joe Whittington, un médico de urgencias con una larga trayectoria que, tras turnos intensos, se encontraba atrapado en un bucle de pensamientos que le impedía bajar revoluciones. Había probado de todo: meditación, respiración profunda e incluso melatonina. Sin embargo, nada parecía funcionar de manera consistente… hasta que descubrió una técnica tan sencilla como sorprendente: el reordenamiento cognitivo.
Esta estrategia, que ha ganado popularidad en redes sociales, busca precisamente sacar a la mente del piloto automático, ese en el que se repiten preocupaciones, imágenes o recuerdos. El objetivo no es luchar contra esos pensamientos, sino ofrecerle al cerebro una distracción amable que lo invite a relajarse. Y lo mejor es que no requiere aplicaciones, ni aparatos, ni conocimientos previos. Solo tu imaginación y unos minutos en silencio, según el Diario de Chihuahua.
La idea central del reordenamiento cognitivo es ocupar la mente con palabras que no siguen una historia lógica. Así, el cerebro deja de intentar resolver problemas o repasar lo vivido durante el día. Funciona así: eliges una palabra al azar —por ejemplo, “Plutón”— y comienzas a pensar en términos que empiecen por su primera letra. Mientras lo haces, visualizas cada palabra durante un segundo. Cuando se agotan, pasas a la siguiente letra de la palabra original. El resultado es una mezcla de imágenes sin sentido que, poco a poco, adormece tu mente.
Según Luc P. Beaudoin, el científico cognitivo que desarrolló esta técnica hace más de 15 años, lo que buscamos es imitar el “divagar natural” que ocurre justo antes de dormirnos, cuando vemos imágenes sueltas y desordenadas. Varios estudios han señalado que este método puede ser tan útil como otras estrategias tradicionales para calmar la mente antes de dormir, sobre todo cuando se usa de forma constante.
Incluso profesionales del sueño, como la psicóloga Shelby Harris, reconocen su utilidad y animan a personalizarla: pensar en cupcakes, en combinaciones de colores o en cualquier secuencia aleatoria que resulte agradable y suave.
Para empezar, solo necesitas un ambiente tranquilo y una posición cómoda. Elige tu palabra, respira hondo y deja que las imágenes vayan apareciendo sin presión. La clave está en no forzar nada. Si después de unos 20 minutos notas que la técnica no está dando resultado, no te quedes peleando con el insomnio. Levántate, enciende una luz tenue y realiza una actividad calmada: estirar, hojear un libro o incluso mirar recetas antiguas, como recomienda la propia Dr. Harris.
Cada mente funciona diferente, pero esta técnica destaca por su sencillez, su accesibilidad y su capacidad para romper el bucle mental que tantas noches interrumpe el descanso. Vale la pena probarla: quizás descubras que, con solo un puñado de palabras al azar, tu sueño vuelve a encontrarse contigo.