La selección española femenina de fútbol se medirá en los octavos de final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda a Suiza, una primera ‘final’ a la que llegará ‘tocada’ tras caer claramente este lunes ante Japón en el cierre del Grupo C del torneo, en un partido muy gris donde apenas hizo daño y pagó caros sus errores.
El combinado nacional aspiraba al pleno de puntos en la primera fase, pero tras una primera parte para el olvido se quedó con la segunda plaza antes de afrontar el cruce decisivo el próximo sábado ante un rival teóricamente asequible como el suizo.
Sin ideas ni alternativas arriba y floja atrás, el equipo de Jorge Vilda, en su primera prueba de nivel en el torneo, fue castigado por el contragolpe nipón para sumar su primera derrota y llegar con alguna duda a la fase decisiva.
España no encontró réplica en la segunda mitad para enmendar una muy mala primera parte. Sin ideas ofensivas ante el disciplinado orden defensivo de Japón, que supo perfectamente como desactivar el juego español, y débil en defensa para controlar las tres acometidas de su rival en los primeros 45 minutos, el primer puesto del grupo y el pleno de puntos estaban ya imposibles al descanso.
Jorge Vilda apostó por el mismo once que ante Zambia, con la única novedad obligada de Rocío Gálvez por la ‘tocada’ Ivana Andrés, pero Futoshi Ikeda impuso su plan. Refugiadas en un 5-4-1, el combinado japonés supo contrarrestar cualquier intento del equipo español, muy errático ante la falta de espacios, sobre todo en sus jugadoras más talentosas como Alexia Putellas, Jenni Hermoso o Aitana Bonmatí.
Tras un aviso de la centrocampista de Sant Pere de Ribes, Japón golpeó a la primera con un envío preciso de Endo a la espalda de la defensa que no perdonó Miyazawa para batir con calma a Misa Rodríguez (minuto 12).
El 1-0 afianzó a la campeona del mundo de 2011 y fue llevando mayor nerviosismo a la ‘Roja’, a la que le costaba mucho amenazar a Yamashita.
Además, España quedó desprotegida atrás y el combinado nipón lo castigó con dos contragolpes letales para encarrilar la victoria. Primero, Ueki, tras una pérdida en el área nipona y con algo de fortuna porque su disparo lo ‘envenenó’ Irene Paredes en su intento de corte, puso el 2-0 antes de la media hora, y al filo del descanso, un fallo en la salida de balón de la central vasca, pilló a Olga Carmona demasiado alta y a Rocío Gálvez algo descolocada, con Miyazawa aprovechándolo para el sorprendente 3-0.