La falta de un pacto claro sobre su estatus post-Brexit plantea desafíos significativos en materia económica, social y política
La reunión en Bruselas entre el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de la relación con Reino Unido, Maros Sefcovic, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, su homólogo británico, David Cameron, y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha finalizado sin un acuerdo definitivo.
Tras seis horas de deliberaciones, cuyo objetivo era cerrar el acuerdo que regulará la relación entre Gibraltar y la UE después del Brexit, los participantes emitieron un comunicado conjunto indicando que se lograron “importantes avances y áreas adicionales de acuerdo”, pero el documento final no fue concluido.
El encuentro, el segundo de este tipo luego del realizado el 12 de abril, transcurrió en una “atmósfera constructiva”, según el comunicado. Todas las partes expresaron que “el acuerdo está cada vez más cerca”, aunque aún persisten aspectos pendientes de consenso.
En este sentido, se han comprometido a “trabajar estrechamente y con rapidez en las cuestiones pendientes para conseguir un acuerdo global”. Para ello, se han emplazado a “seguir en contacto permanente y estrecho”, aunque no se ha puesto fecha para una nueva reunión.
Las partes han reiterado su compromiso con ultimar un acuerdo que lleve confianza, certeza legal y estabilidad a las vidas y medios de vida de los habitantes de toda la región, protegiendo y mejorando la economía y el comercio, la movilidad, el medio ambiente y el bienestar social, al tiempo que se preservan las posiciones legales, en referencia a la postura respecto a la soberanía tanto de Reino Unido como de España.
Sin detalles para proteger lo acordado
En declaraciones a la prensa al término del encuentro, Albares ha puesto en valor que se han logrado “avances importantes” pero ha eludido ofrecer más detalles “para proteger lo ya acordado y seguir avanzando en aquellos aspectos que todavía necesitan más desarrollo técnico”.
La idea es pues, ha agregado, “mantener el mismo método de trabajo hasta no conseguir definitivamente el acuerdo y cerrar todos los puntos”. Para ello, según el ministro, desde mañana mismo los equipos técnicos van a seguir trabajando en algunos de los puntos pendientes.
Como ya ocurriera tras la reunión de abril, el jefe de la diplomacia no ha querido hablar de plazos y ha resaltado que hoy no es un punto y aparte, sino un punto y seguido. Así las cosas, ha asegurado que no hay ningún punto que ninguna de las partes se niegue a abordar. “Por lo tanto, se trata simplemente de acercar posiciones en los puntos finales”, ha acotado.
Continúan las negociaciones en Bruselas
Por su parte, Sefcovic ha enfatizado en rueda de prensa los esfuerzos para seguir avanzando y “buscando soluciones técnicas” en áreas como el comercio, el medio ambiente, la movilidad y la economía, evitando así mencionar los aspectos que siguen siendo un freno para el acuerdo.
En todo caso, el socialista eslovaco ha confiado en llegar “lo antes posible” a un acuerdo porque el compromiso de las partes demuestra que hay voluntad política para establecer un marco común para Gibraltar; pero no ha querido responder a si cree que el pacto podría llegar antes de que se celebren las elecciones europeas del 9 de junio.
“Queremos un acuerdo tan pronto como sea posible, pero sabemos también lo importante que es un buen acuerdo. Por ello vamos a trabajar (en el acuerdo) y no hablaré de fechas concretas ni haré predicciones”, ha zanjado el vicepresidente comunitario, para después subrayar que las conversaciones “avanzan bien y con este espíritu queremos continuar”.
Aunque la UE y Reino Unido han convenido no dar detalles de las negociaciones para no interferir en ellas, Sefcovic ha insistido en que los contactos son “muy intensos” y los negociadores han aprovechado “cada minuto” de la reunión de este jueves en Bruselas para avanzar hacia el acuerdo.
El limbo en el que se encuentra Gibraltar tras el Brexit sigue generando incertidumbre tanto para sus habitantes como para las autoridades españolas y británicas. La falta de un acuerdo claro sobre su estatus post-Brexit plantea desafíos significativos en materia económica, social y política.