“La profecía que se autorrealiza es, al principio, una definición falsa de una situación que despierta un nuevo comportamiento que hace que la falsa concepción original de la situación se vuelva
verdadera» (Robert K. Merton. Teoría y estructuras sociales, Fondo de Cultura Económica).
La definición averiada, o ‘falsa’, según el sociólogo norteamericano, es el diagnóstico de la ultraderecha internacional, y de Vox en España, sobre la inmigración, que ha llevado ya a imitar al presidente Trump y proponer la deportación, o “remigración”, de aquellos que han venido a nuestro país a hacer el mal. Es decir, delincuentes.
Rocío de Meer, portavoz de Emergencia Demográfica y Políticas sociales de Vox, explicó el lunes pasado, día 10 de julio, que se trata de 8 millones, incluyendo a sus hijos nacidos en este país. Abascal la corrigió con el argumento de que Vox no sabe cuántos son. Pero el portavoz siguió adelante durante la semana con los 8 millones.
Alberto Núñez Feijóo decidió, el fin de semana anterior a estas declaraciones, que la presidencia del congreso del PP fuera para Xavier García Albiol, el político que ha hecho del discurso contra la inmigración su seña de identidad, con la que ha vuelto a ser alcalde de Badalona.
Y el pasado viernes, Feijóo habló en el Círculo de Economía de Barcelona de la política del PP sobre la inmigración donde explicó que el congreso del PP defendió un modelo de país “abierto, pero no ingenuo, donde se le de la bienvenida a quienes vienen a “sumar y trabajar”, pero en el que se frene con contundencia a quienes “vienen a otra cosa”.
Ya hace meses que Feijóo quiere competir con Abascal en materia de inmigración ante el plan del Gobierno presentado para la regularización de personas migrantes enviado al Congreso y los diputados. «Quien venga a aportar será un ciudadano más. Quien no cumpla con nuestros valores tendrá que irse por donde ha venido», ilustró Feijóo el decálogo de ideas que marcarían el Congreso del PP. Más tarde se conoció que García Albiol presidiría ese Congreso.
El nombramiento de García Albiol validó más que las palabras. Porque su trayectoria política, su éxito, podríamos decir, se ha basado en su discurso contra los inmigrantes. Feijóo ha apostado por obtener rentabilidad de ese cartel publicitario que supuso presidir el Congreso del PP en el asunto de la inmigración donde, cree, Vox está capitalizando lo que define como la “manga ancha” de Pedro Sánchez.
Los actos violentos en varios pueblos y ciudades españolas suponen una predicción autocumplida o autorrealizable que una vez hecha y repetida (en el caso de la inmigración, durante largos años) son en sí misma la razón de que se convierta en realidad.
La teoría de Merton se inspiró en lo que se llamó el efecto Pigmalión, el mito griego (Ovidio l libro X): la influencia que una persona puede ejercer sobre otra, a partir de la imagen que esta tiene de ella.
Merton a su vez profundizó en la premisa del teorema de otro sociólogo norteamericano: W. I Thomas, que fuera presidente de la Asociación Americana de Sociología. Si los individuos definen las situaciones como reales son reales en sus consecuencias.
Abascal en primera línea, y Feijóo compitiendo con él o secundándole, pues han conseguido estos días la profecía autocumplida.