La Audiencia deberá decidir si deja en libertad con medidas cautelares al jugador, a la espera de juicio. O si, como valoró el juez instructor, existe un claro riesgo de fuga
Las pruebas de ADN han confirmado que Dani Alves mintió en su tercera versión del suceso. Aquella misma noche, la joven acudió al Hospital Clínic, de Barcelona, donde le realizaron un examen forense y hallaron semen en la vagina. Alves, por su parte, aceptó que se le tomasen muestras de su material genético tras su declaración judicial, antes de ingresar en prisión preventiva. Los Mossos d’Esquadra han obtenido muestras de semen de otras tres ubicaciones: el suelo del baño, la ropa interior y el vestido que llevaba la joven la noche de la supuesta agresión sexual. Todas coinciden con el ADN de Alves.
También existen contra Dani Alves las declaraciones de dos amigas de la víctima. Una de las mujeres contó, en su declaración como testigo, que Alves le hizo tocamientos en la zona vaginal mientras todos ellos se encontraban en la sala VIP, aunque rechazó denunciar los hechos. La otra mujer definió al exfutbolista del Barça como un “baboso” y contó que la rodeó por la cintura con los brazos.
Alves cambio de versión hasta tres veces. En principio negó que se hubiera producido el encuentra sexual, y terminó admitiendo únicamente que la joven le efectuó una felación. Esta variedad de versiones provocó que la jueza dictará prisión provisional para el futbolista.
La defensa admite que fue una declaración “errática”, pero lo justifica por el hecho de que no quería que su esposa y sus hijos supieran que había tenido relaciones sexuales con otra mujer.
Su abogado recurrió ante la Audiencia de Barcelona la orden de prisión de la jueza pero la Fiscalía al considerar que había riesgo de fuga. El futbolista brasileño permanece en un módulo para agresores sexuales de la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires, a unos 40 kilómetros de Barcelona.
Ahora la Audiencia deberá decidir si deja en libertad con medidas cautelares al jugador, a la espera de juicio. O si, como valoró el juzgado instructor, existe un claro riesgo de fuga.
La defensa afirma que en las imágenes gravadas de la entrada a los baños se ve a la chica como entra sola a los baños sin que el futbolista “le franquee el paso o le abra la puerta”, donde se cometió la presunta violación.
Y propone, en lugar de permanecer en la cárcel, todo tipo de medidas para garantizar su presencia cada vez que sea requerido por el juez, como comparecencias diarias o la instalación de una pulsera telemática, en el caso de ser necesario, además de la retirada del pasaporte o la prohibición de salir de España.