Los países miembros de Caricom pidieron tropas a Cuba, tras los descartes de México y República Dominicana
Una petición de envío de militares cubanos a Haití, en la condición de ‘cascos azules’ bajo el mandato de Naciones Unidas y cofinanciado por Estados Unidos, ha vuelto a dividir a la cúpula castrista en dos frentes; quienes apoyan la incursión y sus oponentes, reveló a FUENTES INFORMADAS, el ex oficial operativo de la Inteligencia Militar Pablo Villarreal Trujillo, exiliado en Europa.
La solicitud -que La Habana mantiene en secreto- surgió en la 45ª Reunión de jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom) celebrada en julio, en Trinidad y Tobago; tras los descartes de México y República Dominicana; que eran las opciones preferidas por los norteamericanos; según un alto funcionario del organismo subregional, que habló a condición de anonimato.
Estados Unidos también mantiene silencio sobre la petición de Caricom a Cuba, pero está “muy preocupado” por la involución de Haití y “no rechazó” la posible participación de militares cubanos como garantes de la paz y la estabilidad en el pequeño país caribeño, que genera inestabilidad en la vecina República Dominicana.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, participó en la cumbre de Caricom, celebrada en Trinidad y Tobago y “no mostró rechazo a la opción del envío de militares cubanos como cascos azules a Haití, confirmó el funcionario del organismo subregional.
Un grupo de jefes militares y responsables civiles apuesta “decididamente” por el envío de cascos azules a Haití; atendiendo a los ingresos económicos que reportaría a la desvencijada economía cubana; mientras sus oponentes recuerdan que “nunca lo hemos hecho y complicaría aún más nuestra situación porque quien paga la mayor parte de la operación es el enemigo (Estados Unidos)”, detalló Villarreal.
“Nosotros hemos guerreado por razones políticas, pero sin cobrar un centavo y ahora no debemos aparecer como cascos azules y cobrando de Estados Unidos, aunque sea indirectamente”, comentó a FUENTES INFORMADAS un ex vicepresidente del Consejo de Ministros, jubilado y residente en La Habana.
Incursiones
“Las incursiones en países extranjeros se saben cómo empiezan, pero no cómo acaban y los elementos que controlan el poder real en Haití no se quedarían de brazos cruzados ante nuestra presencia y, en caso de agresiones a nuestros “cascos azules” y pérdidas de vidas humanas, quién va a asumir la responsabilidad”, concluyó el ex alto funcionario.
El deterioro de la situación en Haití, que sufre una guerra civil no declarada y sigue en manos de bandas paramilitares vinculadas al narcotráfico, provocó que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, recordara que la población en Haití se enfrenta a un “ciclo interminable de violencia”, mientras las bandas siguen infligiendo una crueldad extrema y los vigilantes parapoliciales toman medidas al margen de la ley.
“Cada informe que recibo de Haití subraya la magnitud del sufrimiento y refuerza el mensaje de que los haitianos necesitan ayuda urgente, y la necesitan ya”, declaró Türk, conmovido por los 1.446 asesinatos ocurridos en el primer semestre del año.
Hace cuatro días, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció recortes en la asistencia alimentaria a Haití por falta de fondos, que ha obligado a un recorte del 25 por ciento del número de haitianos que reciben asistencia de emergencia, unos 2,3 millones de personas, según datos del PMA.
Haití es el país más pobre de América y uno de los más pobres del mundo; con más de 11 millones de habitantes, un 60% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y el desempleo alcanza al 70% de sus habitantes en edad laboral, según datos del Banco Mundial.
La Comunidad del Caribe agrupa a 15 países de la subregión, tiene su sede en Guyana y recientemente celebró sus 50 años de fundada, con el conocido como Tratado de Chaguaramas, una localidad de Trinidad y Tobago.